Abandonemos la Iglesia

Eduardo Quintana - 07/12/2010

Mientras escribo estas líneas, en Pakistán sigue vigente la condena a muerte a la cristiana Asia Bibi por blasfemar a Mahoma. Además de ello, no se dictó sentencia alguna contra una líder sunita que prometió recompensar con 6.000 dólares a cualquier persona que asesinara a la mujer que osó en "atentar contra el islamismo". También Sakineh Ashtiani sigue suplicando "su derecho a vivir" y contrarrestar la lapidación que pesa sobre ella por "adulterio", en una de las más crueles dictaduras vigentes, Irán.

Lo paradójico de esto es que sigue habiendo personas que se encargan de defender a capa y espada a las religiones monoteístas, como si se trataran de inocentes empresas que no afectan la vida de los seres humanos. En plena era del conocimiento y de los avances en tecnologías de la información, el oscurantismo medievalista sigue pegando fuerte en varios países del mundo.

Una de las mejores formas de protestar y de manifestar desacuerdo con las religiones es la apostasía (abjuración o renuncia de la fe), que contempla el alejamiento oficial de algún credo. Es una opción libre, autónoma e individual que cualquier persona puede realizarlo.

Sin embargo, en países islámicos como Arabia Saudita, Mauritania, y regiones de Omán, Sudán y Somalia, apostatar del credo de Alá y Mahoma significa una condena a muerte. Los regímenes totalitarios musulmanes se nutren con eso que, paradójicamente antropólogos y políticos llaman "cultura" y respeto en la "diversidad". (Siempre que no afecte a nuestra "diversidad", alguien puede matar a otros por tener ideas radicalmente opuestas. Eso es lo que piensan académicos y gobernantes de algunas ideologías).

Ahora, por primera vez en Paraguay se realiza la campaña Apostasía Colectiva "No en mi nombre", iniciativa de carácter regional que involucra a organizaciones racionalistas, ateas, feministas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México. En nuestro país lo organiza la Asociación Paraguaya Racionalista (APRA).

Por primera vez un grupo de paraguayos podremos salir oficialmente de los registros católicos, para no seguir nutriendo una base de datos desactualizada y así negar el nivel de representatividad que tiene la Iglesia Católica. Como la campaña se lanzó hace más de una semana, las opiniones a favor y en contra (especialmente las segundas) no dejaron descanso.

Un "católico convicto" lanzó incluso una maldición contra el grupo de organizadores. Como es una página público, reproduzco el email enviado por el Sr. Germán Anastasio García:

"Como ustedes "dicen" no creer en Dios, (pero en el fondo sé que ustedes saben que existe), no creo que se hayan tomado alguna vez la molestia de averiguar lo que es una maldición. Pero yo, católico convicto, sí lo he hecho. Y creo en ese poder de Dios.

"Por lo tanto, habiéndose convertido ustedes en hijos de Satanás, les lanzo encima, en nombre de la Santísima Trinidad, por intermedio de la gloriosa intercesión de Su Santa Madre la Virgen María y de San Miguel Arcángel, una maldición que caiga sobre sus personas, sobre todos los actos que hagan, y sobre todas las tramas que conciabulen contra la única, santa y verdadera Iglesia Católica. Y que todos esas plagas y castigos Divinos inunden sus malditas almas, y los persigan por el resto de sus vidas, hasta que vayan a pagar al profundo de los infiernos su demoníaca osadía".

Este correo no es motivo para apostatar, sino que demuestra una vez más la intolerancia y odio visceral que poseen los verdaderos creyentes con respecto a las ideas revolucionarias y reveladoras en contra de sus dogmas.


Existen decenas de argumentos para abandonar el catolicismo: uno no fue consultado para recibir los servicios bautismales; está profesando otra religión o es ateo; se opone a los dogmas y mandatos católicos; simplemente no se interesó por esta religión; porque la Iglesia obstaculiza proyectos de las minorías; porque esta religión sigue inmiscuyéndose en asuntos privados; porque sabe que la naturaleza tal vez no requirió algún creador para formarse y evolucionar, etc.

Lo mejor es que la apostasía no solo se aplica para los ateos y agnósticos, sino que está destinada para aquellos ciudadanos judíos, protestantes, musulmanes, budistas, sijistas, y de cualquier otro credo.

Los pasos son sencillos: tomar la decisión de apostatar, averiguar los datos del bautismo, redactar una nota a la diócesis y enviarla al obispo regente de la parroquia donde se realizó el servicio bautismal.

La Iglesia Católica Apostólica Romana ni sus postulados dogmáticos, místicos (y por lo tanto irracionales) me representan, además de oponerme a la divulgación de ideas sobrenaturales que no condicen con la realidad material. Defiendo la libertad individual de creer en el dios judeocristiano como en el dios del fuego o del poroto, pero también defiendo mi libertad de reírme de ellos. Y si siguiera siendo católico y me burlarla de lo que no se tiene evidencia... sencillamente sería hipócrita. (Tan hipócrita como aquellos pecadores que comulgan cada domingo, luego de haber jodido a otro o a sí mismo).

Y no se preocupen por las ofensas, la biblia habla de los apóstatas: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1). ¿Pero quién dice la verdad sobre las "sagradas escrituras"?

Mientras este miércoles 8 miles de paraguayos caminarán largos kilómetros hacia la nada, por creer que una madera tiene un poder mágico que transforma la realidad solo, y solo, si sacrificás el bienestar de tu cuerpo, si te cansás o dejás de lado un día de descanso (por ser feriado en un estado laico... muy laico, tanto que hasta se tiene un presidente sacerdote y se sigue pagando a otro con sueldo de general en las Fuerzas Armadas. Tanto como que se oficien misas en el Poder Judicial o se pague mucho dinero por pesebres en los ministerios), el viernes 10, un grupo de no católicos presentará un manifiesto de apostasía colectiva al Arzobispado de Asunción.

Hay libertad de culto en el país, solo que a veces esta libertad está subsidiada por gente de otras creencias. Así como los partidos políticos reciben dinero de paraguayos que están en contra de sus ideologías. Es la contradicción de la "bendita democracia", que muchos defienden.

Mientras termino estas líneas, Asia y Sakineh siguen siendo víctimas del oscurantismo religioso vigente, vigente por el voto que otorga cada creyente, todos los días, con su aceptación de no pensar racionalmente o con su silencio. No seré cómplice de las modernas cruzadas ni mi consciencia pesará por culpa de otros. Es tiempo de pensar por uno mismo y apostatar. Yo lo haré.

¿Y vos?

(via archivo.abc.com.py)

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