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viernes, 4 de febrero de 2011

Diálogo con los ateos en "el atrio de los gentiles"

Mariano De Vedia

Lunes 31 de enero de 2011

A partir de Juan XXIII y el Concilio Vaticano II, la Iglesia ha abierto caminos para profundizar el diálogo con el judaísmo. Esa renovación se intensificó con singular fuerza con Juan Pablo II, que llamó a los judíos "nuestros hermanos mayores". Del mismo modo, avanzó el acercamiento con otras religiones. Ahora es el turno de los que no creen. Por iniciativa de Benedicto XVI, el Consejo Pontificio de la Cultura lanzará el mes próximo el Atrio de los Gentiles, una nueva institución para promover el diálogo con los ateos. Se harán encuentros entre creyentes y no creyentes, y el primero será el 24 y 25 de marzo, en París, con coloquios que se harán en la Unesco, la Sorbona y la catedral de Notre Dame.

En los tiempos antiguos, el atrio de los gentiles era el espacio del templo al que tenían acceso todos los pueblos y no sólo los israelitas, para rezarle a un dios desconocido, aunque "los extranjeros" no podían acceder al interior del templo. Para el Papa, según expresó en diciembre de 2009 en el discurso a la Curia romana, hoy los gentiles son aquellos "para quienes Dios es una cosa rara". A pesar de que el mundo los seduce hoy con mitos y falsos ídolos, muchos siguen en la búsqueda de respuestas a muchas preguntas. Cuestiones antropológicas, como la vida y la muerte, el bien y el mal, la verdad y la mentira, la trascendencia y la inmanencia formarán parte de los coloquios del Atrio de los Gentiles. Habrá, además, un encuentro con los jóvenes en el atrio de Notre Dame.

Ya en 1994 Juan Pablo II había definido como tema prioritario para el Consejo Pontificio de la Cultura "el fenómeno de la no creencia, con sus consecuencias prácticas, que son la secularización de la vida social y privada, la indiferencia religiosa o, incluso, el rechazo explícito de toda religión".

Al diálogo sobre las religiones debe añadirse hoy el diálogo con aquellos para quienes la religión es algo extraño, para quienes Dios es desconocido y que, a pesar de eso, no quisieran estar simplemente sin Dios", afirmó Benedicto XVI al formular la convocatoria.

Un antecedente inmediato es el debate público que el 21 de febrero de 2000 sostuvieron en Roma el propio cardenal Joseph Ratzinger con el filósofo y periodista ateo Paolo Flores d'Arcais.

El Atrio de los Gentiles está destinada a avanzar en el diálogo entre la fe y la razón para encontrarles sentido a misterios que tal vez nunca terminarán de develarse.

(vía lanacion.com.ar)

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