Dignidad y respeto

MARCOS ARBESÚ SÁNCHEZ |

En España es ancestral la doctrina religiosa basada en el sometimiento y el miedo (Santa Inquisición, golpes de Estado, guerras), dos factores que definen su actitud con claridad. Baste recordar los cuarenta años de dictadura nacional-católica de nuestra historia reciente.

Pero hoy vivimos en el siglo XXI, y nuestra Constitución estipula la aconfesionalidad del Estado. Vivimos en democracia y libertad, y acogidos a la Carta Magna de los Derechos Humanos, cuyo texto estipula que «todo ciudadano tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión», y garantiza que «toda persona tiene derecho a la libre expresión y opinión».

Sin embargo, los jerarcas católicos arremeten contra los ateos por expresar éstos su no creencia en deidades o seres sobrenaturales. Y yo les pregunto a los jerarcas católicos si tienen en cuenta que la ciencia no valida sus mitos religiosos. Si tienen en cuenta que los españoles pueden creer o no en lo que les plazca, y que tienen derecho, como cualquier sociedad democrática, a expresarlo. Y si tienen en cuenta que la Iglesia Católica se gasta cada año miles de millones de euros de todos los españoles, incluido el de los ateos.

El ateísmo no es negación de nada, es simple conocimiento, ciencia y razón. Es el catolicismo el que afirma e impone como ciertas, verdades que nunca han sido probadas (y nunca lo serán). El ateo es alguien que cuestiona la ideología católica, que es jerárquica y totalitaria, y que es responsable histórica de graves perjuicios contra la humanidad, puesto que basa su poder en la anulación de las libertades.

Los ateos hemos sido históricamente perseguidos, quemados y asesinados por ser 'herejes' y 'blasfemos'. Grandes científicos, como Galileo, Copérnico o Newton, cuyas investigaciones supusieron un enorme salto para el progreso de la humanidad, fueron perseguidos y sentenciados por contradecir los dogmas cristianos. La palabra 'ateo' soporta una carga despectiva porque a la religión católica le molesta desde siempre la cultura, la inteligencia y el conocimiento.

La religión católica 'oculta' que Darwin demostró empíricamente hace más de un siglo, que el origen de las especies desmiente en su totalidad las prédicas creacionistas cristianas, que sólo se sostienen en base al adoctrinamiento y a falsos mitos esotéricos.

Pero, a pesar de todo ello, en España a los ateos se nos ataca y denigra por ser capaces de opinar sobre las falsedades de la religión católica. Parece que la razón hiere la sensibilidad de sus jerarcas, que se revuelven y critican la racionalidad y la verdad científica. No ven que con sus acciones y omisiones son un sinsentido para la lógica, la igualdad democrática y la razón.

Y yo hecho mucho en falta dos palabras esenciales: dignidad y respeto.

(vía elcomercio.es)