"Los ateos sí existimos en una ciudad católica"

El DF tiene más de 400 mil ateos, lo que la ubica como la tercera ciudad con mayor población sin religión en el país, algunos de ellos coinciden de que es un reto asumirse sin religión

En 10 años, el número de capitalinos que se han alejado de la religión creció a 5.6
(Foto: Archivo / El Universal)

Víctor Adrián Espinosa

“Los ateos sí existimos en una ciudad meramente católica”, asegura Joaquín Galván, de 36 años. “¿Y si Dios no existe? Para muchos, el miedo no está en la pregunta sino en la respuesta”.

La cifra de ateos en el Distrito Federal supera a las 400 mil personas, lo que la ubica como la tercera ciudad con más ciudadanos sin profesar alguna religión, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI).

En 1990, este grupo sumaba a 2.2 por ciento de los capitalinos; para el año 2000, 2.9 por ciento, y en 2010, la cifra creció a 5.6 por ciento. Un alza de 3.5 puntos porcentuales en dos décadas.

Joaquín, dueño de un departamento en la colonia Lindavista, es parte de estas estadísticas. Atribuye su ateísmo a su fascinación por la ciencia. “No hay verdades a medias, de eso estoy seguro”, considera.

EL UNIVERSAL DF platicó con algunos capitalinos quienes consideran que la razón y la conciencia no están relacionadas con la afirmación de una divinidad. Conoce sus historias.

"Sólo pedimos convivir en paz"

Guadalupe Márquez, de 34 años, vive en los alrededores de La Villa. Tiene dos hijas, de cinco y seis años. “Tuve que bautizarlas por la presión de mi madre. Era muy incómodo mentirle a mi familia y a mí. ¡Imagínate cómo fue mi boda”, comenta durante la entrevista.

“Fui católica hasta los 15 o 16 años, pero mi escepticismo le ganó al credo”, confiesa mientras ríe y se sonroja. “Qué si me ha traído consecuencias... por ejemplo, mi divorcio. Tuve muchas peleas con mi esposo, él era muy fanático”.

Asegura que tiene amigos ateos con quienes puede manifestar sus ideas, aunque son pocos. “Sólo pedimos convivir en paz. Ser más respetuosos con lo que creo o pienso”.

"Fui víctima de una estafa"

Roberto Espinosa, de 41 años, es vecino de la colonia Estrella, en la delegación Gustavo A. Madero. Se describe como un arquitecto positivo y pacífico. “Pasé por bautizo, primera comunión, todo para mí fue una mentira. Pero es difícil confesarse ateo en una familia católica”, asegura.

“Le comenté a mi familia y se alejaron paulatinamente. Hoy ya no los veo. La última ves que vi a mi madre y me reclamó por ser ateo, le señalé que siempre me sentí víctima de una estafa”.

Roberto asegura que se abanderó como ateo desde los 27 años, pese al costo que ha significado. Hoy vive en comunión con lo que piensa.

(vía eluniversaldf.mx)