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jueves, 16 de junio de 2011

Manuel Toharia: «Ningún científico condena a un religioso por ideas»

El físico y periodista habló sobre ciencia y conciencia en el ciclo 'La mirada del hombre' y abrió el Centro Cultural de Cajamar para conferencias

Aceptó de entrada que las relaciones entre ciencia y creencia es la clave de la historia de la Humanidad, pero sin casi un mínimo respiro aseguró que se trataba de una clave falsa porque son dos cosas diferentes y sin esa relación. Manuel Toharia, físico, periodista y director científico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, abrió con tal consideración la conversación mantenida con IDEAL anteriormente a su participación en el programa 'La mirada del hombre', de Fundación Cajamar, con una intervención centrada precisamente en la relación ciencia y creencia. Fue la primera conferencia en el recientemente abierto Centro Cultural de la propia Fundación.

Resaltó que las ciencias (porque son muchas) une la rigurosidad con el escepticismo al mismo tiempo que se aleja de todo dogmatismo y que, más que una verdad, demuestra que algo funciona después de haber permitido conocer las leyes de la naturaleza y su aplicación en provecho del hombre. Como ejemplo citó el avión -fruto de la ciencia- y el vuelo en escoba de las brujas -una posible creencia-, y añadió que «ni el más acérrimo creyente en tal sistema tomaría una escoba para viajar a Nueva York». La ausencia de pruebas apareció para Manuel Toharia como constituyente de las creencias y aplicó tal característica lo mismo a los posos de una taza de café como al lenguaje de las estrellas e incluso a la existencia de un ser superpoderoso creador de todo el universo.

Manuel Toharia destacó, por una parte, el cambio de ideas en algunas religiones cuando aceptan una cuestión científica que, en un principio, no se ajustaba a sus dogmas y puso como ejemplo la aceptación por la Iglesia Católica de la evolución del ser humano según Darwin, pero rechazó que este 'enfrentamiento' aparezca ya como cosas del pasado porque hasta hace solamente unos años un Papa, Juan Pablo II, no pidió perdón por la condenación de Galileo y «una verdad como un templo». El físico consideró, en esta línea, que «no conocía a ningún científico que hubiera condenado a un creyente, independientemente de su religión, por sus ideas». El físico sostuvo que es difícil que un científico tenga creencias religiosas o de otro tipo sy que le resulta «curioso» la existencia de algunos casos -un 20% , de acuerdo con un estudio americano- contrarios.

(vía ideal.es)

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