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domingo, 21 de agosto de 2011

Benedicto pidió ética económica y criticó a ateos

El Pontífice habló sobre la crisis financiera que atraviesa toda Europa. Miles de jóvenes se reunieron para presenciar su llegada.

Desde el Papamóvil, por las calles de Madrid, recogió el saludo de miles de católicos del planeta.

España. Benedicto XVI lanzó una dura respuesta desde la Plaza de Cibeles, donde ayer se reunió con miles de jóvenes, contra aquellos que reniegan de la religión católica para abrazar el laicismo. El Papa dedicó fuertes críticas a quienes “se contentan con seguir las corrientes de moda y se cobijan en el interés inmediato, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos”. Así también se refirió a la realidad que vive España y pidió más ética económica ante la crisis.

En una clara alusión a los agnósticos y ateos españoles, el Pontífice arremetió con severidad contra el relativismo moral que azota a Europa en general y a España en particular. “Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos”, aseguró.

“Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias”, afirmó.
Asimismo el Papa se refirió a la crisis económica diciendo: “El hombre debe estar en el centro de la economía, y ésta no debe medirse únicamente por la maximización de beneficios, sino por el bien común”, dijo Benedicto XVI a los periodistas que viajaron con él en el avión que lo trasladó a Madrid. "La Economía necesita una razón ética para funcionar", aseguró.

Ceremonia de bienvenida

Con algo de retraso sobre la agenda prevista, el Papa salió de la nunciatura en su Papamóvil a las 19.10. Cientos de jóvenes fieles le aguardaban a la salida con gritos y cantos.

A su llegada a la Puerta de Alcalá, que atravesó con 50 peregrinos de los cinco continentes, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, le entregó las llaves de oro de la ciudad. Posteriormente se dirigió a la plaza de Cibeles, donde se celebró el acto de bienvenida de los miles de jóvenes, que lo esperaron ansiosos.

El Pontífice comenzó sus saludos en siete idiomas: español, francés, inglés, alemán, italiano, portugués y polaco.

En español, pidió rezar por los no católicos, para que “el mensaje de esperanza y amor (de Cristo) tenga eco también en el corazón de los que no creen o se han alejado de la Iglesia”.
Agradeció también el recibimiento y a todos los que lo han hecho posible.
En francés, felicitó porque los jóvenes se hagan preguntas y busquen respuestas, y los animó a hacerlo, pero aseguró que “la Verdad no es una idea, una ideología o un eslogan, sino una persona, Cristo”.

Después de la jornada el Papa se retiró a descansar, y los peregrinos siguieron en el centro de Madrid.

(vía nuevodiarioweb.com.ar)

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