Páginas

sábado, 20 de agosto de 2011

Los desordenados agentes del orden

image
Por: Ángel Sánchez Harguindey

"Hay muchos que, creyendose dioses, piensan no tener necesidad de mas raices ni cimientos que ellos mismos. Desearian decidir por si solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o es malo, lo justo o lo injusto...". La primera impresión objetiva al leer esta frase es la de que ha sido dicha por un ateo o un agnóstico, alguien que ataca duramente a la jerarquía eclesiástica católica. Primera impresión equivocada. La frase la pronunció Su Santidad Benedicto XVI, el Papa, es decir, la cabeza visible de una Iglesia que lleva más de dos mil años diciéndonos a todos lo que hay que hacer para ir al cielo o, de lo contrario, soportar el fuego eterno del infierno. Más de dos mil años señalándonos sin dudar lo que es verdad o no, lo que es justo o injusto, y todo ello, no lo olvidemos, con la cualidad de la infabilidad papal. Nunca se equivoca.

Cuestión distinta es lo de los obispos y arzobispos. Estos, al parecer, sí se pueden equivocar. Monseñor Rouco Varela, por ejemplo, acaba de profetizar que del encuentro de la juventudes en Madrid saldrán 500.000 matrimonios, una cifra impresionante aunque de difícil comprobación. Medio millón de matrimonios exigen un millón de personas, es decir que todos los que han venido a Madrid, monjas y curas incluidos, se verán abocados al matrimonio. Puede ser.

Lo que desde luego es con toda seguridad es el comportamiento psicópata de algunos de los policías antidisturbios que actuaron en la noche de ayer para dispersar a los manifestantes laicos. Los informativos de La Sexta, Telecinco y Cuatro mostraron unas imágenes de algunos policías aporreando con saña a una chica que iba tranquilamente por la calle que indicaban claramente la necesidad de algún tipo de tratamiento psicológico o químico, o de los dos, a dichos representantes del orden. La violencia desatada contra los centenares de manifestantes laicos recordaban las cargas de los ya desaparecidos "grises" contra todo lo que se moviera en las calles. Eran otros tiempos pero la jerarquía eclesiástica seguía en lo alto del chiringuito estatal.

En fin, los madrileños seguimos soportando con infinita paciencia a los cientos de miles de cantarines y dicharacheros peregrinos, seguimos soportando con paciencia las interminables retransmisiones de las televisiones públicas de la visita del Papa (por cierto, la 1, en su largo programa pontifical de la tarde del jueves tuvo medio millón de espectadores, un 6,5% de la audiencia, es decir, un tercio del Sálvame diario con las habituales broncas tabernarias de sus colaboradores: un desastre), seguimos soportando la manipulación que gentes como Dolores de Cospedal o Esperanza Aguirre hacen sobre las manifestaciones de los laicos y seguimos soportando el comportamiento servil y bochornoso de un Gobierno socialista de un Estado aconfesional ante la visita del obispo de Roma.

(vía elpais.com)

No hay comentarios: