Páginas

sábado, 24 de diciembre de 2011

Una disputa navideña entre ateos y cristianos empaña los pesebres en California

Por Michael Thurston

LOS ÁNGELES — A pocos días de la Navidad, una disputa de espíritu nada festivo se desató entre cristianos y ateos en el balneario californiano de Santa Mónica (EEUU), donde los escépticos fueron acusados de usurpar a los religiosos su antigua tradición de representar la Natividad.

Muy cerca del mundialmente famoso muelle de Santa Mónica (en el oeste de Los Ángeles), desde donde los turistas disfrutan de las espectaculares vistas del Pacífico, los cristianos locales están furiosos con los "ateos forasteros" que han provocado gran indignación en la comunidad.

El centro del conflicto se emplaza en el parque Palisades, donde desde hace décadas los cristianos han erigido representaciones de la Natividad a lo largo de la avenida Ocean, que corre entre la autopista costera del Pacífico y el visitado muelle.

Las agrupaciones que desean instalar sus pesebres o belenes deben participar en una lotería. Y el problema comenzó cuando, en el sorteo que decidiría quiénes obtendrían los puestos destinados a la exposición, inesperadamente los ateos ganaron 18 de 21. Eso redujo a los cristianos a solamente dos espacios.

"No tenemos absolutamente ningún problema en que otros grupos o individuos con puntos de vista diferentes al nuestro, incluidos los ateos, expresen sus creencias en el parque", dijo Hunter Jameson, jefe del Comité de Representaciones de la Natividad en Santa Mónica.

Pero deberían cumplir "con el espíritu (de las fiestas), así como con las reglas", agregó Jameson a AFP, acusando a los ateos de usar inapropiadamente los espacios para exposición que habían ganado: la mayoría de los 'stands' ateos estaban vacíos y, muchos de ellos tenían sólo un poste de madera.

"Creemos (...) que nuestros adversarios jugaron con nuestras normas con el principal objetivo de sacarnos del parque, y sin comprometerse con ninguna clase de esfuerzo para armar una representación, como lo exigen las reglas", dijo.

Por otro lado, la Fundación para la Libertad Religiosa (FFRF, por su siglas en inglés) insiste en que el sorteo que derivó en una bonanza para los infieles fue realizada por locales y no por forasteros.

"Aplaudimos la libertad de los cristianos para que promocionen su mitología, su superstición sobre este Dios que condena al infierno a todos los que no se arrodillen delante de él, está bien, es su problema", dijo el portavoz de la organización, Dan Barker.

Pero argumentó que las representaciones de la Nativdad tienen el respaldo de las autoridades de la ciudad, cosa que Jameson niega. Los cristianos "pueden promocionarse, siempre que quede claro que no es la ciudad la que está haciendo ese trabajo", dijo Barker.

Bajo el sol de Palisades Park, Vikki Hill dijo que sentía mucha lástima por los ateos y defendió las tradicionales escenificaciones, que incluyen estatuas de María y José junto al niño Jesús en el pesebre.

"Desafortunadamente, los corazones de los ateos son tan infelices, vienen y despotrican contra mí por estar aquí y se ponen más furiosos aún porque no consiguen ponerme triste", dijo la mujer, sosteniendo un cartel que decía: "Feliz Navidad, es todo sobre Jesús".

"Le pido a Dios que los bendiga y eso los hace enfurecer. Es la clase de gente por la que tenemos que rezar", dijo a AFP.

Santa Mónica, que se asienta al final de la legendaria ruta 66, en el oeste de Los Ángeles, atrae a millones de turistas cada año que llegan hasta su muelle, sus amplias playas y sus espectaculares panoramas montañosos.

La alcaldesa de la ciudad, Gleam Davis, dijo que no podía asegurar si el año próximo se realizará una lotería y se cuestionó el futuro de las representaciones del nacimiento de Jesús.

"Si no encontramos otra manera de asignar los espacios, podríamos tener que considerar el fin de las Natividades en Palisades Park", dijo Davis al servicio local de información Lookout News.

Pero el Comité de Representaciones de la Natividad en Santa Mónica considera esta opción una muy mala idea. "Creo que no sería sensato", dijo Jameson. "Esa no es la manera de enfrentar un desafío que se le impone a una tradición que tiene 60 años en Santa Mónica".

En la avenida Ocean, Steve Chamberlain dijo que no entendía por qué se había armado tanto alboroto, mientras leía un cartel ateo que mostraba a Jesús y Satán sobre la inscripción: "37 millones de estadounidenses reconocen un MITO cuando lo ven".

"Pienso que los ateos tienen tanto derecho a instalar cosas en Navidad como los cristianos", dijo el hombre de 73 años, describiéndose como agnóstico.

Pero reconoció: "Debo decir que soy una minoría aquí. Cuando le digo a alguien que soy agnóstico, me miran raro y me dicen: ¿Y eso qué es?".

(vía google.com)

No hay comentarios: