La fecundación in vitro implica la destrucción de embriones humanos, según el obispo que ratificó la expulsión
La profesora, que trabajaba en el colegio desde el año 2003 con excelentes evaluaciones, fue diagnosticada en 2010 de sufrir "infertilidad".
Así que ella y su marido decidieron someterse a un tratamiento de fecundación in vitro para conseguir quedarse embarazada, según publicó el portal de ' ABCNews'.
Emily Herx se lo comunicó al director del colegio y este le respondió con un "estás en mis oraciones" y hasta la autorizó a tomar algunas horas libres para el tratamiento, de acuerdo con los documentos judiciales presentados en la demanda.
Un año después, en mayo de 2011, tras pedir permiso para una segunda vuelta de los tratamientos de fertilidad, las autoridades de la escuela le pidieron que informara a Monseñor John Kuzmich, párroco de la Iglesia Católica San Vicente de Paul.
La profesora asistió a esa reunión con su esposo y ambos escucharon cómo el párroco la llamó "pecadora" e "inmoral". además de advertirle de que su tratamiento podría causar un gran escándalo en la iglesia.
El párroco de la San Vicente de Paul dijo que la iglesia ha rechazado los tratamientos de fertilidad, porque requieren de la creación de embriones adicionales que después son destruidos, una violación de las enseñanzas católicas sobre la santidad de la vida embrionaria.
Tras su despido, la mujer apeló al obispo de la Diocésis, Kevin Rhoades, pero él también se negó a reincorporarla a su puesto de profesora.
Este, por su parte, habría agregado otras perlas: "La fecundación in vitro es un mal intrínseco, lo que significa que ninguna circunstancia se puede justificar".
Herx presentó una denuncia ante la Comisión Federal de Igualdad de Oportunidades en el Empleo y la ganó, abriendo la puerta a una demanda civil.
Sin embargo, la profesora tiene todas las de perder, porque la Corte Suprema de EEUU, dictaminó recientemente que las instituciones religiosas están exentas de las leyes de discriminación en la contratación de los clérigos.
Una iglesia católica, por ejemplo, no puede ser demandado por no contratar a mujeres sacerdotes, porque entra en conflicto con la doctrina de la Iglesia fundamental.
Los abogados de Emily Herx, por su parte, alegan que en este caso "las cosas son diferentes", porque Herx no tienen una formación religiosa, ni enseña la doctrina religiosa".
(vía telecinco.es)
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