YouTube ha decidido mantener el tráiler de la película Innocence of muslims [La inocencia de los musulmanes], que satiriza sobre la figura de Mahoma. La Casa Blanca había presionado a Google (propietaria de la plataforma de vídeos) para que la retirase y así contribuir a desactivar los disturbios que están sacudiendo Oriente Medio. Pero YouTube considera que los casi 14 minutos subidos no violan sus condiciones de uso, y por el momento siguen subidos a la red.
Mientras, en Cerritos (California), la policía norteamericana recogió y llevó a comisaría, para interrogarle sin detenerle, a Nakoula Basseley, presunto autor de la cinta, quien salió de su domicilio con el rostro oculto. Las autoridades norteamericanas intentan averiguar su verdadera identidad, pues al parecer ha uitlizado diversos nombres en los últimos años.
Se cree que un sacerdote copto de 77 años, Zakaria Botros Henein, puede haber influido intelectualmente en la confección de la película, asegura Los Angeles Times. Residente en Estados Unidos, fue detenido dos veces en Egipto por intentar convertir musulmanes, tras lo cual fue expulsado a principios de los años 90 y se instaló en Australia, para recalar en Estados Unidos hace una década. Botros mantiene una constante denuncia del islamismo y sostiene que Mahoma era de moral dudosa y fundó una religión equivocada. Los grupos radicales le consideran uno de sus grandes enemigos públicos, por la extensión que han alcanzado sus denuncias en la comunidad copta norteamericana y fuera de ella.
Según el citado periódico californiano, su hijo Benyamin ha negado la participación de Botros en la película, aunque sostiene que ésta "sólo dice la verdad". El religioso está ilocalizable, pues las amenazas de muerte que habitualmente sufre se han incrementado en las últimas fechas.
Por su parte, los líderes coptos en Egipto han condenado la película. La violencia contra esta comunidad cristiana en el país se mantiene tras la toma de posesión del nuevo presidente, Mohamed Mursi, quien al mismo tiempo que ha rechazado la película, ha lamentado los ataques a las embajadas de países occidentales como "irresponsables": "Este asalto contra el Islam ha sido condenado por todos los países del mundo, entre ellos el pueblo americano, como así me lo hizo saber el presidente Obama durante una conversación telefónica", comentó Mursi durante una reciente rueda de prensa conjunta con su homólogo italiano, Giorgio Napolitano. Y añadió que el islam es "una religión que respeta las creencias de otros y defiende la libertad de culto".
En cualquier caso, las autoridades norteamericanas no han determinado todavía si la oleada de violencia islamista, que ha provocado ya varias muertes (entre ellas la del embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens) tiene su causa en ese film, o se trata sólo de un banderín de enganche para una movilización decidida previamente. Así se cree que sucedió a finales de 2005 a raíz de la publicación en el diario danés Jyllands Posten de unas caricaturas de Mahoma, el precedente más claro de las revueltas de estos días, extendidas ya a 32 países.
(vía religionenlibertad.com)
Mientras, en Cerritos (California), la policía norteamericana recogió y llevó a comisaría, para interrogarle sin detenerle, a Nakoula Basseley, presunto autor de la cinta, quien salió de su domicilio con el rostro oculto. Las autoridades norteamericanas intentan averiguar su verdadera identidad, pues al parecer ha uitlizado diversos nombres en los últimos años.
Se cree que un sacerdote copto de 77 años, Zakaria Botros Henein, puede haber influido intelectualmente en la confección de la película, asegura Los Angeles Times. Residente en Estados Unidos, fue detenido dos veces en Egipto por intentar convertir musulmanes, tras lo cual fue expulsado a principios de los años 90 y se instaló en Australia, para recalar en Estados Unidos hace una década. Botros mantiene una constante denuncia del islamismo y sostiene que Mahoma era de moral dudosa y fundó una religión equivocada. Los grupos radicales le consideran uno de sus grandes enemigos públicos, por la extensión que han alcanzado sus denuncias en la comunidad copta norteamericana y fuera de ella.
Según el citado periódico californiano, su hijo Benyamin ha negado la participación de Botros en la película, aunque sostiene que ésta "sólo dice la verdad". El religioso está ilocalizable, pues las amenazas de muerte que habitualmente sufre se han incrementado en las últimas fechas.
Por su parte, los líderes coptos en Egipto han condenado la película. La violencia contra esta comunidad cristiana en el país se mantiene tras la toma de posesión del nuevo presidente, Mohamed Mursi, quien al mismo tiempo que ha rechazado la película, ha lamentado los ataques a las embajadas de países occidentales como "irresponsables": "Este asalto contra el Islam ha sido condenado por todos los países del mundo, entre ellos el pueblo americano, como así me lo hizo saber el presidente Obama durante una conversación telefónica", comentó Mursi durante una reciente rueda de prensa conjunta con su homólogo italiano, Giorgio Napolitano. Y añadió que el islam es "una religión que respeta las creencias de otros y defiende la libertad de culto".
En cualquier caso, las autoridades norteamericanas no han determinado todavía si la oleada de violencia islamista, que ha provocado ya varias muertes (entre ellas la del embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens) tiene su causa en ese film, o se trata sólo de un banderín de enganche para una movilización decidida previamente. Así se cree que sucedió a finales de 2005 a raíz de la publicación en el diario danés Jyllands Posten de unas caricaturas de Mahoma, el precedente más claro de las revueltas de estos días, extendidas ya a 32 países.
(vía religionenlibertad.com)
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