Respeta los festivos del judaísmo, el cristianismo y el islam, y se fomentan el respeto y el diálogo.
Las probabilidades de éxito son sin embargo escasas debido a las dificultades que se presentan en cuestiones fundamentales como la comida.
Judíos, cristianos y musulmanes. El colegio Johannis de Osnabrück, en Baja Sajonia, Alemania, no entiende de diferencias religiosas y en sus aulas caben todas las creencias, lo que convierte a esta escuela primaria en un proyecto educativo con una estrategia pedagógica basada en el respeto y el diálogo.
Sus directores imparten clases de religión según las creencias de los alumnos, aunque el resto de las clases son conjuntas. El objetivo de esta iniciativa es fomentar el respeto entre los ciudadanos de distintas confesiones, involucrando a los estudiantes en actividades que les permitan conocer desde pequeños otras culturas religiosas distintas a la suya, los fundamentos de la fe de los otros, sus ritos y costumbres.
De esta manera, en el colegio Johannis se respetan los días festivos del judaísmo, el cristianismo y el islam, y sus respectivos símbolos están a la vista en las instalaciones del centro.
No obstante, pese a sus buenas intenciones, es poco probable que el proyecto en el que se ha embarcado este colegio tenga éxito ya que resulta muy complicado satisfacer las necesidades de todos los alumnos en cuestiones fundamentales como el almuerzo, que genera grandes dificultades a diario.
Otro reto para los educadores del colegio Johannis de Osnabrück parte de las diferencias que existen aún entre correligionarios ya que en el caso de los musulmanes muchos niños tienen diferentes orígenes, unos son turcos y otros son indonesios, árabes y alemanes. Los judíos y los cristianos tampoco constituyen un grupo homogéneo. Dificultades que son difíciles de superar pero que, de momento, no parecen molestar a los padres de los veintidós alumnos de esta escuela primaria.
(vía teinteresa.es)
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