El robo de la reliquia del santo prepucio que se conservaba en la parroquia de Calcata, un minúsculo pueblo medieval de la provincia italiana de Viterbo, en la región de Lazlo, ha vuelto a renovar la polémica en torno a una de las más delicadas y discutidas reliquias que existen en Italia. Darío Magnoni, párroco de Calcata, anunció textualmente el pasado día 1 de este mes a sus feligreses: "la santa reliquia este año no podrá ser expuesta a la devoción de los fieles. La han robado. Manos sacrílegas la han hecho desaparecer de mi habitación".
Dado que se trata de una reliquia muy particular -el trocito de piel cortado al Niño Jesús cuando, como todo buen judío, fue circuncidado en el templo era costumbre que el párroco la conservase- en su habitación y sólo el día de la fiesta de la circuncisión, es decir, el día 1, se exponía a la devoción de los fieles en la iglesia principal.Los habitantes del pueblo se han mostrado tristes e indignados. Los turistas no han podido ver este año la polémica reliquia. Algunos de ellos han culpado del robo a la Mafia. Otros temen una oleada de reivindicaciones y que incluso se le ocurra a alguien pedir un rescate.
Otras fuentes, sin embargo, especulan con la posibilidad de que haya podido ser la propia Iglesia la causante de la desaparición de la reliquia con el fin de terminar con los comentarios e incluso, viajes turísticos en torno a la discutida reliquia. El párroco de Calcata niega rotundamente que la Iglesia haya tenido que ver algo en este asunto.
También lo niegan los carabineros, quienes han recordado que en otras ocasiones otros ladrones han puesto sus manos sacrílegas sobre determinados objetos valiosos, entre ellos un tríptico, de la misma iglesia de Calcata. La policía fundamenta esta hipótesis en el hecho de que, por encima de cualquier otra consideración, a los ladrones interesaría el envase, de plata y piedras preciosas, donde se encuentra el santo prepucio.
Una leyenda de siglos
La historia de la reliquia del santo prepucio se pierde en el tiempo. La leyenda, que en Calcata se la saben hasta los niños que no conocen aún en qué consiste realmente la importante reliquia, afirma que fue entregada por la virgen a María Magdalena en un vaso lleno de aceite de nardos.
Siete siglos más tarde, un ángel lo entregó a San Gregorio Magno, quien lo regaló al papa León III la noche de Navidad del año 800, cuando fue coronado como emperador del Sagrado Imperio Romano. Durante otros 700 años, la reliquia permaneció en la iglesia romana de San Juan de Letrán hasta el saqueo de Roma llevado a cabo por los lansquenetes. Años después la reliquia apareció en un establo de Calcata, donde un lansquenete había estado prisionero.
El escritor francés Roger Peyrefitte se ha divertido con muy poco gusto con esta curiosa reliquia. Pero hasta en el siglo pasado esta historia del santo prepucio fue tenia de debate teológico. Piedro del Frate publicó un libro en 1861 con consentimiento del. obispo bajo el título Preciosísima reliquia del Santo Prepucio, en el que defiende que Jesús de Nazareth fue circuncidado como todos los judíos de su tiempo. Y que incluso después de la resurreción seguía circuncidado, ya que, según Santo Tomás, la integridad física del resucitado no podía referirse a pequeñas partes marginales de su cuerpo.
En tiempos conciliares no se puede excluir que, sin llegar, como piensan algunos, a la conclusión de que la Iglesia ha hecho desaparecer la reliquia para evitar inútiles supersticiones, el Vaticano se alegre de que se haya zanjado un asunto que en el pasado había dado lugar a devoción pero también a irreverencias.
(vía elpais.com)
Dado que se trata de una reliquia muy particular -el trocito de piel cortado al Niño Jesús cuando, como todo buen judío, fue circuncidado en el templo era costumbre que el párroco la conservase- en su habitación y sólo el día de la fiesta de la circuncisión, es decir, el día 1, se exponía a la devoción de los fieles en la iglesia principal.Los habitantes del pueblo se han mostrado tristes e indignados. Los turistas no han podido ver este año la polémica reliquia. Algunos de ellos han culpado del robo a la Mafia. Otros temen una oleada de reivindicaciones y que incluso se le ocurra a alguien pedir un rescate.
Otras fuentes, sin embargo, especulan con la posibilidad de que haya podido ser la propia Iglesia la causante de la desaparición de la reliquia con el fin de terminar con los comentarios e incluso, viajes turísticos en torno a la discutida reliquia. El párroco de Calcata niega rotundamente que la Iglesia haya tenido que ver algo en este asunto.
También lo niegan los carabineros, quienes han recordado que en otras ocasiones otros ladrones han puesto sus manos sacrílegas sobre determinados objetos valiosos, entre ellos un tríptico, de la misma iglesia de Calcata. La policía fundamenta esta hipótesis en el hecho de que, por encima de cualquier otra consideración, a los ladrones interesaría el envase, de plata y piedras preciosas, donde se encuentra el santo prepucio.
Una leyenda de siglos
La historia de la reliquia del santo prepucio se pierde en el tiempo. La leyenda, que en Calcata se la saben hasta los niños que no conocen aún en qué consiste realmente la importante reliquia, afirma que fue entregada por la virgen a María Magdalena en un vaso lleno de aceite de nardos.
Siete siglos más tarde, un ángel lo entregó a San Gregorio Magno, quien lo regaló al papa León III la noche de Navidad del año 800, cuando fue coronado como emperador del Sagrado Imperio Romano. Durante otros 700 años, la reliquia permaneció en la iglesia romana de San Juan de Letrán hasta el saqueo de Roma llevado a cabo por los lansquenetes. Años después la reliquia apareció en un establo de Calcata, donde un lansquenete había estado prisionero.
El escritor francés Roger Peyrefitte se ha divertido con muy poco gusto con esta curiosa reliquia. Pero hasta en el siglo pasado esta historia del santo prepucio fue tenia de debate teológico. Piedro del Frate publicó un libro en 1861 con consentimiento del. obispo bajo el título Preciosísima reliquia del Santo Prepucio, en el que defiende que Jesús de Nazareth fue circuncidado como todos los judíos de su tiempo. Y que incluso después de la resurreción seguía circuncidado, ya que, según Santo Tomás, la integridad física del resucitado no podía referirse a pequeñas partes marginales de su cuerpo.
En tiempos conciliares no se puede excluir que, sin llegar, como piensan algunos, a la conclusión de que la Iglesia ha hecho desaparecer la reliquia para evitar inútiles supersticiones, el Vaticano se alegre de que se haya zanjado un asunto que en el pasado había dado lugar a devoción pero también a irreverencias.
(vía elpais.com)
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