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lunes, 13 de mayo de 2013

Riggio Pou le recuerda al padre Ruiz caso de niños violados en Higüey

Sostiene que la cúpula de la Iglesia Católica dominicana arrastra “una deuda social” con los niños violados en el Albergue de Higüey

Riggio Pou le recuerda al padre Ruiz caso de niños violados en Higüey Padre Manuel Ruiz. Carmen Suárez/Acento.com.do

 

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El poeta Güido Riggio Pou criticó que la cúpula de la Iglesia Católica sometiera un recurso legal contra Profamilia, por la campaña de educación y derechos sexuales y reproductivos, cuando no ha hecho nada para que los responsables de violar niños y niñas en el albergue de Higüey paguen por sus crímenes.

En una carta dirigida al sacerdote Manuel Ruiz, el empresario e intelectual expresa que para que la acción contra Profamilia pueda gozar de alguna credibilidad pública y luzca coherente con su conciencia cristiana, el sacerdote debe, personalmente, someter una acción judicial contra los pederastas de Higüey, para hacer justicia y reparar los daños.

Asimismo, le recomienda que despida al abogado Edwin Isaías Grandell Capellán, quien había sido inhabilitado por el Colegio de Abogados, por faltas éticas graves.

“Le dejo este sentido reclamo nuestro y del rebaño, el que le brinda una gran oportunidad para que demuestre ser un cristiano coherente y verdadero, y no un cura populista, aprovechado y sin conciencia”, expresa.

Riggio Pou observa que hay sacerdotes que sirven a los más pobres, mientras otros se acomodan con la cúpula eclesial.

Carta abierta al Padre Manuel Ruiz

Estimado padre Ruiz:

Debo confesarle que cuando vi de reojo el titular que lo involucra en el Recurso de Amparo contra Profamilia me dije:

“Por fin se hará justicia, la Conferencia del Episcopado ha recibido instrucciones del Papa Francisco para accionar un Recurso de Amparo a favor de los niños y niñas abusados de Higüey, y el padre Ruiz ha tomado la iniciativa”, sin saber si usted pertenece a la Iglesia católica de los pobres o a la de la cúpula.

Pero estaba equivocado, se trataba de otra cosa: De una acción judicial de la Vicaria Pastoral Familia y Vida y la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de la Salud, sometiendo un Recurso de Amparo contra Profamilia para que retirara de los medios de comunicación una campaña de derechos sexuales y reproductivos, por entender que con la misma se violaba la Constitución dominicana.

Y, cuando leí aquello de “que se violaba la Constitución dominicana”, pensé:

“Con que de nuevo viendo la paja en ojo ajeno, como si el Concordato de la Iglesia con el Estado Dominicano no violara la Constitución dominicana (desigualdad y privilegio), como si seducir a un niño de 7 años (en acto de pederastia espiritual) para adoctrinarlo y reclutarlo en una Iglesia no fuese una brutal violación a los derechos constitucionales del niño.”

Padre Ruiz, usted sabe bien que la coherencia fue la virtud radical de Cristo, él castigó la hipocresía con vehemencia. Sin embargo, por conveniencia, ustedes operan dos Iglesias paralelas: la Iglesia de la cúpula aristocrática que representa a los ricos, y la Iglesia de los pobres que representan los “curas Reginos”, los que se grajean con el pueblo y usan relojes baratos. Para vergüenza de Dios, han encontrado la fórmula para estar con Dios y con el Diablo, para servir a Dios y al César con “moralidad cristiana”, al mismo tiempo.

Como si no supiésemos que esto de Profamilia es una cortina de humo para mostrarse como “gentes amorosas que se preocupan por la familia”, después de demostrar, con lo de Higüey, que los niños no les importan un comino

Usted sabe que los “Reginos” sostienen los obispos, y que ahora le ha tocado a usted sacrificarse y ponerse su “condón clerical” para servirle a éstos. Lo han colocado al frente de una campaña contra Profamilia para con ello tratar de encubrir el pago pendiente de una deuda social que tiene la Iglesia de la cúpula con los niños violados en el Albergue de Higüey, sobre lo cual guarda silencio sepulcral la Conferencia del Episcopado, ( exceptuando al Cardenal que  recientemente cuestionó públicamente a De la Rosa y Carpio sobre el tema) creyendo que los dominicanos somos olvidadizos y pendejos, como si no supiésemos que esto de Profamilia es una cortina de humo para mostrarse como “gentes amorosas que se preocupan por la familia”, después de demostrar, con lo de Higüey, que los niños no les importan un comino.

Usted declaró a prensa “que han decidido dejar de hacer vigilia porque es hora de llevar a la justicia a quienes violan la ley”, y fue entonces cuando pensé: “Pero si el padre habla de hacer justicia ¿Por qué no promueve un recurso de amparo a favor de los niños y las niñas abusados en el Albergue de Higüey? ¿Por qué no habla con el Cardenal que se muestra interesado y emplazan juntos a la Conferencia del Episcopado a que reviva el expediente en la justicia, el que pusieron a dormir el sueño eterno?

El Papa Francisco, (como Ratzinger) cree que la Iglesia permanece dominada por prelados hipócritas que no les importan los pobres, como lobos ensotándoos, solo preocupados por llenar sus bolsillos.

Pero, como sé que usted tiene buenas intenciones, me permito hacerle un reclamo: para que su acción contra Profamilia pueda gozar de alguna credibilidad pública, para que luzca coherente con su conciencia cristiana, usted personalmente, además de despedir ese abogado, debe someter una acción judicial contra los pederastas de Higüey, para hacer justicia y reparar los daños.

Le dejo este sentido reclamo nuestro y del rebaño, el que le brinda una gran oportunidad para que demuestre ser un cristiano coherente y verdadero y no un cura populista, aprovechado y sin conciencia.

Atentamente

Güido Riggio Pou

guidoriggio@gmail.com

(vía acento.com.do)

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