Bangkok (EFE).- El Wat Arun, uno de los edificios más representativos de Tailandia cuya traducción al español es "Templo del Amanecer", cerrará este martes sus puertas a turistas y locales durante los próximos tres años para acometer tareas de restauración.
La humedad en los muros, parcialmente verdes por el moho, y el descorchado de las paredes es patente en todo el monumento que el año pasado fue visitado por más de 10 millones de personas.
Decorado con porcelanas que los comerciantes chinos utilizaban como lastre para sus barcos mercantes que atracaban en el antiguo reino de Siam, el templo fue fundado a mediados del siglo XVII y remodelado por el rey Taksin, anterior a la actual dinastía reinante.
La capital se encontraba entonces en Thonburi, en el margen derecho del río Chao Phraya y frente a lo que en pocos años se convertiría en el corazón de Bangkok.
"Mantener estos edificios con esta humedad al lado del río debe ser difícil. Necesitaría una pequeña limpieza, cerrarlo para limpiarlo", comenta a Efe David García, un turista español que visitó el monumento días antes del cierre temporal.
Los trabajos de restauración, presupuestados en 4 millones de dólares (3 millones de euros), comenzarán esta semana y se prolongarán hasta 2016 en la estructura principal y varias instalaciones anexas.
La última gran labor de reparación tuvo lugar hace 14 años, aunque las autoridades capitalinas han optado por acortar el ciclo de mantenimiento, usualmente entre 25 y 30 años, debido al incremento de los niveles de polución y las inclemencias climatológicas.
Los trabajos, dirigidos por el Departamento de Bellas Artes tailandés, también incluirán la reparación de grietas y esculturas, el reemplazo de las porcelanas perdidas y una capa de pintura.
Además, se realizará una exploración subterránea para determinar el estado de conservación de los cimientos de este templo.
Para mitigar el impacto económico negativo en la industria turística local, los abades del templo han solicitado a la Autoridad de Turismo de Tailandia la construcción de una réplica de cuatro metros de alto de la estupa principal, cuyo tamaño original alcanza los 81,85 metros de altura.
"Tendremos que cerrar nuestro puesto de recuerdos o trasladarnos a otro lugar. Aunque nosotros nos quedemos sin trabajo es cierto que otras personas podrán aprovecharse de las obras", indica Taenokhon Sarhat, quien regenta un puesto de recuerdo para turistas.
La torre central de este monumento de estilo jemer simboliza al monte Meru, una cadena montañosa mitológica sagrada para las religiones budista e hinduista, y se encuentra rodeadas por otras cuatro torres más pequeñas dedicados al dios del viento.
El Wat Arun es una de las atracciones turísticas más importantes de Bangkok y se encuentra impresa en el dorso de las monedas de 10 bat.
Según las autoridades tailandesas de turismo, en el presente año espera alcanzar los 25 millones de visitantes.
Noel Caballero
(vía EFE Verde)
La humedad en los muros, parcialmente verdes por el moho, y el descorchado de las paredes es patente en todo el monumento que el año pasado fue visitado por más de 10 millones de personas.
Decorado con porcelanas que los comerciantes chinos utilizaban como lastre para sus barcos mercantes que atracaban en el antiguo reino de Siam, el templo fue fundado a mediados del siglo XVII y remodelado por el rey Taksin, anterior a la actual dinastía reinante.
La capital se encontraba entonces en Thonburi, en el margen derecho del río Chao Phraya y frente a lo que en pocos años se convertiría en el corazón de Bangkok.
"Mantener estos edificios con esta humedad al lado del río debe ser difícil. Necesitaría una pequeña limpieza, cerrarlo para limpiarlo", comenta a Efe David García, un turista español que visitó el monumento días antes del cierre temporal.
Los trabajos de restauración, presupuestados en 4 millones de dólares (3 millones de euros), comenzarán esta semana y se prolongarán hasta 2016 en la estructura principal y varias instalaciones anexas.
La última gran labor de reparación tuvo lugar hace 14 años, aunque las autoridades capitalinas han optado por acortar el ciclo de mantenimiento, usualmente entre 25 y 30 años, debido al incremento de los niveles de polución y las inclemencias climatológicas.
Los trabajos, dirigidos por el Departamento de Bellas Artes tailandés, también incluirán la reparación de grietas y esculturas, el reemplazo de las porcelanas perdidas y una capa de pintura.
Además, se realizará una exploración subterránea para determinar el estado de conservación de los cimientos de este templo.
Para mitigar el impacto económico negativo en la industria turística local, los abades del templo han solicitado a la Autoridad de Turismo de Tailandia la construcción de una réplica de cuatro metros de alto de la estupa principal, cuyo tamaño original alcanza los 81,85 metros de altura.
"Tendremos que cerrar nuestro puesto de recuerdos o trasladarnos a otro lugar. Aunque nosotros nos quedemos sin trabajo es cierto que otras personas podrán aprovecharse de las obras", indica Taenokhon Sarhat, quien regenta un puesto de recuerdo para turistas.
La torre central de este monumento de estilo jemer simboliza al monte Meru, una cadena montañosa mitológica sagrada para las religiones budista e hinduista, y se encuentra rodeadas por otras cuatro torres más pequeñas dedicados al dios del viento.
El Wat Arun es una de las atracciones turísticas más importantes de Bangkok y se encuentra impresa en el dorso de las monedas de 10 bat.
Según las autoridades tailandesas de turismo, en el presente año espera alcanzar los 25 millones de visitantes.
Noel Caballero
(vía EFE Verde)
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