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lunes, 16 de diciembre de 2013

La religión continúa censurando la libertad de expresión a nivel mundial

CERIGUA


Datos de Pen Research Centre, de Estados Unidos, señalan que 94 de los 198 países del mundo (47 por ciento) cuentan con leyes que penalizan la blasfemia, apostasía o difamación a la religión, siendo los Estados Islámicos los que cuentan con penas más severas, que pueden llegar hasta la muerte.

En 20 países de Oriente Medio, África y Asia, entre estos Irán, Egipto, Maldivas y Nigeria, la apostasía es castigada con pena de muerte; además Comores, Irak, Mauritania, Siria y Yemen penalizan la crítica hacia los dogmas o símbolos religiosos, según dio a conocer Reporteros sin Fronteras (RsF) en un reciente estudio titulado “Blasfemia: Información sacrificada en el altar de la religión”.

Sin embargo en 24 países de la Unión Europea (UE), exceptuando Estonia, Bulgaria, Chipre e Italia, este último solo penaliza la blasfemia, se castiga la difamación de la religión pero únicamente en casos contra una comunidad o un grupo religioso.

A nivel americano Trinidad y Tobago, Venezuela, El Salvador, Chile, Canadá y Brasil cuentan con leyes que penalizan esta práctica.

El cargo de ofensa contra la religión es usado a menudo como herramienta de censura política o para ocultar realidades económicas, sociales o políticas; el acoso proveniente de diversos extremismos religiosos, que no son únicamente islámicos, que pretenden amordazar a periodistas y blogueros, muestra de manera creciente su verdadera cara, indicó el estudio.

Entre los casos de censura detallados por el informe resalta la prohibición que hiciera Marruecos, en febrero de 2012, del especial “50 claves para entender el Islam”, de la revista francesa católica Le Pèlerin.

Anteriormente, también se había prohibido la circulación de un especial del semanario francés “L’Express”, que abordaba la gran historia de los pueblos árabes; ambos contenían representaciones del rostro de Mahoma.

En agosto de 2012, Abdoul Malick Maiga, de radio Aida Koima en Malí, intentó informar sobre como varios pobladores impedían que miembros del Movimiento para la Unidad de Jihad en África Occidental (MUJAO) amputaran la mano a un joven acusado de ladrón; el periodista fue golpeado por miembros de este grupo hasta quedar inconsciente.

RsF señaló que contenidos relacionadas a temas sociales, como el papel de la mujer, la homosexualidad o la sexualidad, están expuestos a la actividad de censores y a la sensibilidad religiosa, cuando afecta la influencia de las religiones en la sociedad.
(vía argenpress.info)

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