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lunes, 9 de junio de 2014

Dawkins contra los cuentos de hadas

Dawkins contra los cuentos de hadas. Richard Dawkins (Nairobi, 1941)
El reconocido científico británico Richard Dawkins cuestionó la visión de mundo que encierran los cuentos infantiles que se basan en lo sobrenatural

La semana pasada en el Festival de Ciencia de Cheltenham, en el Reino Unido, el reconocido pensador y ateo militante de 73 años sorprendió al auditorio cuando dijo que “leer cuentos de hadas a los niños es nocivo porque inculca una falsa creencia a las cosas supernaturales desde temprana edad”.

Dawnkins, conocido por sus estudios en visión evolutiva enfocada en los genes y autor de libros como El gen egoísta y El espejismo de Dios, afirmó además que desde muy joven se dio cuenta de la falsedad que existía en Santa Claus y que reconocía la figura de Sam, un amigo de la familia, cuando entraba disfrazado en navidad.

"Mi madre registró en un cuaderno que durante una fiesta de Navidad vino un hombre llamado Sam disfrazado como Papá Noel, todos rieron "ho ho ho". Todos los niños fueron cautivados por el personaje. Cuando se fue, los adultos se sorprendieron cuando interrumpí para decir 'Sam se ha ido'”.

Sus palabras provocaron reacciones de escritores y periodistas como Judith Woods, quien en una columna para el diario británico The Telegraph escribió que de acuerdo con Dawkins “a partir de ahora las historias de todos los niños deben ocuparse de los hechos y sólo los hechos”.

Woods llevó su crítica a la parodia y escribió una nueva versión 'a la Dawkins' de "Los tres cerditos", que leyó para un niño: “Había una vez tres cerditos. Bueno, técnicamente eran lechones, que habían sido criados en un corral, lograron escapar gracias a una cerca defectuosa, que quebrantaba una gran cantidad de regulaciones de seguridad y salubridad”. En el cuento los cerditos —que por supuesto no pueden hablar —se enfrentan a un hombre que los lleva a su mujer para preparar morcilla y asarlos, el tercero de ellos fue el que mejor suerte corrió ya que lo castraron, cortaron sus dientes y cola y vivió feliz por siempre.

Preguntado en la feria si creía que inculcar a los hijos la creencia en Dios es una forma de maltrato infantil, Dawkins aseguró que llamarlo maltrato infantil sería exagerado y "un poco fuerte" (...) pero cuando les dices que si no se comportan van a ir al infierno, entonces eso sí que podría ser equivalente a un maltrato".

(via revistaarcadia.com)

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