Páginas

jueves, 12 de febrero de 2015

"El arma más potente del terrorismo es el terror"

(Dominicos).- Respondiendo a la invitación de Fr. Amir Jaje OP, Vicario del Vicariato Árabe de la Provincia de Francia, el ex Maestro de la Orden, Fr. Timothy Radcliffe OP (Provincia de Inglaterra) y el ex Promotor de las Monjas de la Orden, Fr. Brian Pierce OP(Provincia de San Martín de Porres, Estados Unidos) visitaron Irak del 8 al 16 de enero. Fueron 9 días de encuentro profundo con los hermanos dominicos de Bagdad y las hermanas dominicas en Erbil.

Respondiendo a la invitación de Fr. Amir Jaje OP, Vicario del Vicariato Árabe de la Provincia de Francia, visitamos Irak del 8 al 16 de Enero. Somos muy conscientes de lo superficial que es nuestra comprensión de este bello y complejo país y su sufrimiento, pero incluso asíquerríamos compartir lo que hemos visto y oído, la esperanza que mantienen viva nuestros hermanos y hermanas, y lo que podemos hacer para apoyarles. Por favor, perdonad cualquier inexactitud.

Nuestros hermanos y hermanas pertenecen a una de las más antiguas comunidades cristianas del mundo, que se remonta al tiempo de Cristo. Son nuestros mayores, por lo que debemos estar con ellos en estos terribles momentos. También el sufrimiento de Irak es sintomático de la crisis de todo el mundo. ISIS, o Da'esh, como se le llama normalmente en Irak, es un hijo de nuestros tiempos. Su violencia deriva, al menos en parte, de la violencia de la cultura Occidental, con su gusto por las armas. El gusto de los jihadistas por ver nuestras películas, con sus interminables asesinatos. Somos cómplices de lo que está ocurriendo allí. Nuestras invasiones provocaron la crisis que el pueblo iraquí ahora mantiene.

Comenzamos en Bagdad. Una web de viajes en Internet nos aconsejaba no ir en absoluto, pero en caso de ir, permanecer dentro de la Zona Verde fortificada, donde están protegidos casi todos los extranjeros. Si uno atraviesa esta fortificación, los medios de transporte aconsejados son el helicóptero o un vehículo blindado. ¡Ni los frailes ni las hermanas tienen nada de esto! Mientras atravesábamos Bagdad con nuestro hermano Amir, en ningún momento experimentamos tensión ni nos sentimos amenazados. En todas partes éramos bienvenidos con una generosidad que es asombrosa, dado que nuestros respectivos países han tomado parte en la explosión que está destrozando este país.

Por supuesto, no es totalmente seguro:había terroristas suicidas y secuestros,incluso mientras estuvimos allí. Pero el arma más potente del terrorismo es el terror. Si dejamos que el terror nos impida visitar esta ciudad, o si nos tiene atrapados detrás de los altos muros de una inexpugnable fortaleza, los terroristas han ganado. Los iraquíes se sienten olvidados y traicionados, pero si uno visita a nuestros hermanos y hermanas en Irak, la bienvenida va más allá de las palabras. Después de Bagdad, volamos a Erbil, donde nos unimos a una delegación de tres hermanas Dominicas, Dusty Farnan, Marcelline Koch, y Arlene Flaherty, que estaban visitando el campo de refugiados en Kurdistán. Disfrutamos de la inolvidable hospitalidad de la Hna. Maria Hanna, Priora General, y su comunidad de maravillosas y estupendas hermanas.

Los números y estadísticas son estremecedores. 500.000 cristianos y yazidíes, junto a un número de musulmanes moderados, huyeron de la antigua ciudad de Mosul cuando Da'esh (ISIS) arrasaban la Llanura de Nínive a principios de agosto de 2.014. Algunos días después las ciudades mayoritariamente cristianas de Qaraqosh y Bartola se vaciaron de cristianos en cuestión de horas, mientras las fuerzas de ISIS marchaban hacia estas comunidades cristianas. Sin tiempo para preparar su trágico éxodo, la gente se marchó llevando consigo solamente lo que podían llevar en sus brazos, ya que huían en coches o andando, hacia la región Kurda de Irak.

Nos encontramos con una pareja en uno de los campos de refugiados cuya hija -un bebé- fue arrebatada de los brazos de su madre por un militante de ISIS, mientras abandonaban Qaraqosh en un autobús. No hay noticias de dónde puede estar el bebé. Un pastor católico, que ahora dirige uno de los campos de refugiados en Ankawa (el ‘campo' no es otra cosa que el oscuro y húmedo armazón de hormigón de un centro comercial sin terminar) nos contó que de las cuatro iglesias que atendía en Mosul, una ha sido convertida en un almacén de armas, mientras que las otras tres se usan como cárceles y lugares de tortura.

(via periodistadigital.com)

No hay comentarios: