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domingo, 22 de marzo de 2015

En las caricaturas estadounidenses, la religión es el único tabú

Herblock, uno de los dibujantes más conocidos de la prensa estadounidense, "ha hecho 274 caricaturas del Watergate" sin enfrentar un solo juicio pero "burlarse de la religión como lo hace Charlie Hebdo es un tabú" en Estados Unidos, afirmó Sara Duke, encargada de una exposición en Washington.

En Estados Unidos, "se puede usar imágenes religiosas, se puede usar a Jesús, pero no es posible burlarse de Jesús", dijo Duke, la organizadora de una exposición en la biblioteca del Congreso de Washington que muestra decenas de caricaturas de Estados Unidos a través de la obra de uno de sus principales exponentes.

El caricaturista, muerto a los 91 años en 2001 y pilar de The Washington Post, retrató con sus lápices el escándalo del Watergate que le costó la renuncia al presidente Richard Nixon, la crisis de los misiles cubanos, al presidente Lyndon Johnson y la guerra de Vietnam.

"Fue él quien inventó el término de macartismo", acotó la organizadora de "Pointing Their Pens" (Apunten sus lápices) -abierta hasta marzo de 2016-, en referencia al período de "caza de brujas" iniciado durante los años 50 por el senador McCarthy.

Los caricaturistas en la actualidad siguen burlándose de la política y de los políticos, precisó Duke, citando como ejemplo las burlas a la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, recientemente envuelta en una controversia sobre sus correos electrónicos.

Las "demandas por difamación no son tan comunes aquí como en Europa", comentó, debido a la primera enmienda de la Constitución estadounidense que sacraliza la libertad de expresión.

"Los caricaturistas tienen libertad para atacar a un político", apuntó. Herblock "pudo hacer 274 diseños sobre el Watergate y Nixon porque tenía la ley a su favor", puntualizó.

- "Dibujos malditos" -

Pero "burlarse de la religión es tabú", subrayó la historiadora. "Pocos caricaturistas estadounidenses atacan a Mahoma", dijo en referencia a las publicaciones del semanario francés Charlie Hebdo que llevaron a la masacre de sus dibujantes en París en enero.

"Hay una que lo hizo, cambió su nombre y ahora vive en la clandestinidad", explicó Duke en relación a Molly Norris, caricaturista de Seattle (oeste) quien propuso en 2010 la campaña "Todo el mundo dibuja a Mahoma", acto que la puso en la mira de las críticas.

Duke recordó un dibujo de Pat Oliphant publicado cuando el astro del pop Michael Jackson fue acusado de pedofilia al mismo tiempo que la iglesia católica estadounidense. La pieza muestra al cantante al frente de una iglesia donde hay un grupo de monaguillos y de padres que dicen "Parece que Jackson quiere tomar el sacerdocio".

"Algunas caricaturas hablan de religión pero no dicen 'la religión es mala'. En su lugar, discuten un problema en el cual la iglesia está involucrada", insistió.

La exposición "Pointing their Pens", que aprovecha el material de Block en manos de la prestigiosa biblioteca, muestra una carrera que comenzó abogando por la intervención estadounidense en Europa contra la Alemania nazi.

Una de las caricaturas del artista, tres veces ganador del premio Pulitzer, es de Nixon que intenta reforzar una olla de presión llena de escándalos, con la leyenda: "Tiene que estar tapado hasta la elección".

Las caricaturas "derribaron reyes, gobiernos locales e hicieron temblar a presidentes", apuntó Duke.

William Tweed, un político corrupto de Nueva York en el siglo XIX, calificó de "dibujos malditos" los diseños hechos por Thomas Nast, considerado el padre de la caricatura estadounidense.

"Tienen poder, juegan un rol importante en la creación de opinión pública, pero no lo hacen todo solos", dijo Duke.

(vía ecodiario.eleconomista.es)

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