Update: Un juez desestimó la demanda el día de hoy. Para más información, pulse aquí (en inglés): patheos.com/
Una mujer de 66 años, natural de Nebraska(EE.UU.) ha presentado una demanda en los juzgados locales contra “todos los homosexuales del planeta” por violar las leyes civiles. Sylvia Ann Driskell presentó su denuncia en calidad de “embajadora de Dios Todopoderoso y su hijo, Jesucristo” y en ella presenta “pruebas” que “demuestran” que la “homosexualidad es un pecado”.
El caso Driskell contra los homosexualespuede resultar absurdo desde su planteamiento pero el hecho de que el juzgado haya admitido a trámite la demanda es un indicio de que Estados Unidos no sólo es una democracia ejemplar, sino también una seudo-teocracia. El objetivo de Driskell es determinar si “la homosexualidad es un pecado o no lo es”. Para ello, recurre a varias definiciones del diccionario y otras tantas citas de la Biblia, un libro sagrado que, que sepamos, no genera jurisprudencia. Así:
“La forma en que están destruyendo nuestra Nación o Estado es destruir su moral. Mirad lo que sucedió en Sodoma y Gomorra”.
La demanda –escrita a mano por la buena mujer- considera que los gays están violando los “derechos, privilegios y exenciones de Dios”. Lo que no queda claro es cuál es la pena que deberían sufrir los homosexuales por infringir la ley divina. Tal vez, como sugiere Mark Joseph Stern en Slate condenar a muerte a los gays, tal y como ordena la Biblia: “Si alguno se acuesta con varón, ciertamente ha de morir” [Levítico 20-13].
Y a todo esto, ¿cómo le puede afectar a una lesbiana de, digamos, Teruel esta demanda? ¿Puede acaso un juez de Nebraska “prohibir” la homosexualidad por decreto ley en todo el planeta? Bien, estamos hablando de un país que denomina a su liga de beisbol “series mundiales”.
(via blogs.publico.es)
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