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lunes, 21 de febrero de 2011

"Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta la vida"

Martín Gerardo Luna Tumoine/El Sol de Zacatecas

Los ateos del siglo XXI han adoptado como modelo de vida un humanismo materialista inspirado en el conocimiento científico. En esta nueva era de religiones light, de gurús, de grupos, de charlatanes y demás, que lucran con la fe del creyente, el ateo es un ciudadano normal que paga sus impuestos y vive con coherencia según la idea de que Dios no existe y que ello no es motivo de infelicidad, sino sencillamente un criterio de sensatez, y que vive practicando los valores universales, cívicos, humanos etc.

En Barcelona, España, en 1992 surgió esta campaña PROBABLEMENTE DIOS NO EXISTE DEJA DE PREOCUPARTE Y DISFRUTA LA VIDA, que lo han convertido en un excelente libro los autores Gabriel García Volta y Joan Carles Martset en el cual se sumergen en la filosofía y en la historia del pensamiento ateo para extraer sus fundamentos y presentar al lector este interesante proyecto, estos autores españoles contribuyen con sus escritos conferencias e intervenciones en diferentes medios en la defensa de la libertad de conciencia y la laicidad de las instituciones.

La posición del hombre sobre la idea de Dios influye inexorablemente sobre nuestra forma de entender nuestra realidad, condiciona nuestras expectativas nuestros intereses, nuestros sentimientos, inside sobre nuestras relaciones personales y por añadidura, acaba determinando nuestra idea de cómo debemos de organizar la sociedad. Dios se convierte así en una pieza esencial de todo sistema ideológico.

Dios permite a los hombres afirmar, defender, reclamar o justificar aquello que, sospechosamente, se adecua mejor a los intereses de cada época y de cada grupo humano. Dios aparece siempre como cuartada. Sólo eso explica que sea enarbolado como bandera para justificar tantas acciones injustificables.

La pregunta sobre si existe Dios, o un ser trascendente es tan compleja para la mente humana que ha ocupado el pensamiento desde los seres más antiguos. La existencia o la inexistencia de Dios sería probablemente, un imperativo categórico que el hombre lleva consigo.

Este pensamiento científico humanista es el que en la actualidad rige al mundo, el concepto de globalización que se ha acentuado en la última década, es el eje mundial que aporta valores como equidad, diversidad, ecología, tolerancia, y son gritos de la naturaleza humana que pide libertad de pensamiento y coherencia en los actos del hombre.

"Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida", muestran la actualidad del debate sobre la existencia de Dios y su valor en la vida del hombre. existen dos verdades evidentes en relación con Dios: la tendencia constante en el hombre a afirmar la existencia de Dios, tendencia que no puede ser reducida a expresión de dinamismos meramente psico-biológicos; y la falta de evidencia en relación con la existencia de Dios. Puestos estos presupuestos, el debate está servido, sin probabilidad de llegar a una conclusión. Bueno, sí existe esta probabilidad: cruzar del otro lado de la cortina de la muerte y verificar la verdad de la propia posición. Desgraciadamente esta verificación sólo podría satisfacer, por razones obvias, al que pasa, puesto que éste ya no podría volver para contárnoslo.

Si es probable que Dios no exista, también es probable que sí exista. Lo más sencillo sería que cada uno se reservara sus convicciones: que el creyente deje en paz al ateo y que éste respete al creyente. Pero no. No basta con ignorar a Dios, hay que combatirlo, denigrarlo, ridiculizarlo en sus seguidores, llevarlo a juicio -como ha ocurrido ya en Estados Unidos donde fue puesto en marcha contra Dios un juicio en toda regla-, hay que culparlo de los peores crímenes, hechos todos en nombre de Dios y del fanatismo, hacerlo responsable de la pobreza, de la ignorancia en que viven los hombres, de la intolerancia y el fundamentalismo, del calentamiento global, de la muerte de los pingüinos y de la crisis financiera... Y una vez que los hombres se olviden de Dios, entonces sí podrán disfrutar de la vida: ya no habrá más cargos de conciencia, ni normas morales, ni remordimientos.

Cabe otra interpretación de esta frase. "Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte, disfruta de la vida" se podría entender de modo más amigable. Hay tantas personas para las cuales Dios es un problema existencial. ¿Existe Dios, no existe Dios, hay pruebas, no hay pruebas? Y se angustian tratando de encontrar una salida satisfactoria a su interrogante.
Esta frase atea y la invitación que conlleva podría entonces formularse así: "deja de preocuparte tanto por saber si Dios existe o no. No vale la pena, disfruta la vida y ya, sin hacerte más preguntas". Sería una invitación a dejar de lado cuestiones metafísicas que no llevan a ninguna parte y que dejan a todos insatisfechos, para tratar de aprovechar los pocos gozos y deleites que ofrece la vida, y que pasan sin ser advertidos por quien se quema el cerebro con problemas sin solución.

(vía oem.com.mx)

Nota de Ateorizar: A dios no se le puede culpar de nada porque no existe. El problema son las cosas que hacen en nombre de dios los que dicen seguirle. Aparentemente esto es lo que los cristianos no entienden y le restan importancia.   

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