Otra capilla profanada

Miembros de izquierdas atacan la iglesia de Geografía. Los vándalos llegaron a pegar una pancarta en un Cristo

Miembros de dos asociaciones universitarias irrumpieron en la capilla de la facultad y llenaron las paredes con lemas contra la Iglesia católica - Foto: Gabriel Galíndez

Por Juan Cadarso

MADRID- El vandalismo anticatólico en las capillas de las facultades no se detiene. Parece que no ha sido suficiente con el escándalo que se produjo, la semana pasada, en la capilla de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid en el campus de Somosaguas.
Este viernes dos asociaciones de estudiantes pertenecientes a la Facultad de Geografía e Historia de esa misma universidad profanaron la capilla de su facultad. Según pudo saber LA RAZÓN, los miembros de estos grupos de izquierdas colocaron carteles en las paredes de la facultad en favor de las chicas que se desnudaron en Somosaguas y en contra de la presencia de capillas en las universidades, lo que provocó que un grupo de jóvenes universitarios entrara en el edificio y rompiera las pancartas. Pero los vándalos no cesaron en su empeño, volvieron a colocar en las paredes las pancartas e irrumpieron en la capilla colocando un cartel en el rostro del Cristo que preside el templo. Tras una serie de agresiones verbales y físicas entre los dos bandos, acudió la Policía Nacional e identificó a los universitarios. 
El decano de la Facultad, Luis Enrique Otero Carvajal, comentó que «es intolerable e inadmisible que ocurran estas cosas. Los participantes en estos actos están siendo identificados y redactaremos un informe, pero sería bueno que las aguas volvieran a su cauce porque estamos en un país democrático y debemos salvaguardar la libertad de culto y de expresión; ésa es la esencia del espíritu universitario». La junta de la facultad aprobó recientemente el cierre de la capilla para poder sustituirla por un espacio de «convivencia civil», donde celebrar homenajes a los profesores ya fallecidos y otras ceremonias similares.
«La capilla de la facultad no hace daño a nadie, debemos ser un poco más tolerantes entre todos. Me parece fatal lo que ha ocurrido esta mañana porque hay mucha gente que va a misa que no tiene por qué ser tratada de esa forma tan insultante», comentaba una joven universitaria a la puerta de la capilla, que permanecía cerrada tras los incidentes.

(vía larazon.es)