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sábado, 30 de abril de 2011

Padres de la escuela pública lanzan una campaña para no matricular en Religión

La federación vasca ha enviado cartas a las familias en las que les invitan a no apuntarse para poder dedicar esas horas a reforzar el resto de las materias

MARTA FDEZ. VALLEJO | SAN SEBASTIÁN.

La campaña de matriculación en la escuela pública vasca ha vuelto a poner encima de la mesa el debate sobre la enseñanza de la Religión. La federación de asociaciones de padres de alumnos de Euskadi (Ehige) ha difundido entre las familias un documento en el que animan a no matricular a los niños en Religión para destinar esas horas a las materias obligatorias y abogan por que esta asignatura voluntaria se imparta fuera del horario escolar. En el texto culpan, en parte, al tiempo que se dedica a la enseñanza religiosa de que los alumnos no obtengan mejores resultados en las evaluaciones diagnósticas y los exámenes PISA.

Todos los centros escolares vascos, concertados y públicos, están obligados a ofertar Religión, ya sea católica, islámica, evangélica o judía, dentro del horario lectivo, tanto en Primaria como en Secundaria y Bachillerato. Los alumnos que no se matriculan en esta asignatura deben cursar una alternativa denominada Actividad Educativa Organizada, que puede abarcar desde el bertsolarismo hasta ver una película y comentarla.

La normativa en vigor impide que se empleen las horas de Religión para impartir materias del currículo, Matemáticas, Lengua o Euskera, por ejemplo. La situación cambia en el caso de que ningún niño del colegio opte por inscribirse a la enseñanza de la Biblia y el catecismo. Entonces, la dirección de cada escuela o instituto tiene las manos libres para dedicar ese espacio a reforzar cualquier asignatura.

En el documento que ha enviado Ehige a las agrupaciones de padres de cada colegio público vasco opina que la forma actual de impartir Religión «segrega al alumnado en base a sus creencias». «Los estudiantes que no quieren dar Religión no pueden avanzar en las asignaturas para no perjudicar a sus compañeros», apuntan.

Ehige va más allá en sus argumentos. Detalla que los resultados de las evaluaciones diagnósticas y del examen PISA demuestran que «el alumnado necesita más horas para asimilar los contenidos de las materias obligatorias, desarrollar las competencias de cada una de ellas y acabar los temarios o ampliar las horas de tutorías». Recuerdan que la propia consejera de Educación, Isabel Celaá, planteó, tras el análisis de los resultados de PISA, la posibilidad de ampliar la jornada escolar. «De momento se debe aprovechar el horario completo eliminando la clase de Religión», destaca la agrupación.

Fuera del horario escolar

Ehige aconseja a los colegios mantener reuniones con los padres para darles a conocer la posibilidad de que si ningún alumno se apunta a la materia confesional se puede utilizar ese tiempo para reforzar el curriculum. Es más, las direcciones de algunas escuelas han optado por incluir ya en el documento de matrícula, junto a la opción de Religión, otra que se denomina 'Refuerzo del Currículum', una propuesta que roza la ilegalidad. De esa forma, los padres ven que su hijo perdería dos horas a la semana de trabajo de contenidos del programa escolar -ya sea de lengua, matemáticas, inglés o cualquier otra- si le apuntan a Religión.

En algunas escuelas, como en la vizcaína de Berriz, ya se han recibido quejas de algunas familias por lo que consideran un «chantaje». «Sentimos impotencia ante la injusticia a la que nos vemos sometidos por querer apuntar a nuestros hijos a Religión. Desde la escuela argumentan que, ante las carencias detectadas en el aprendizaje de los escolares, se ha decidido que la alternativa a Religión sea el refuerzo de las asignaturas. Totalmente ilegal visto desde el decreto curricular. ¿Qué chantaje es éste al que nos vemos sometidos?», se queja una madre indignada.

En los últimos años, la agrupación de profesores de Religión, Erelgune, y la asociación de familias en defensa de esta materia, Bagara, han denunciado que muchos centros de enseñanza de la red pública «presionan» a los padres con el argumento de que si apuntan a sus hijos a Religión, el resto de los alumnos pierden la posibilidad de mejorar sus conocimientos en otras materias. También el Obispado vasco se ha quejado en numerosas ocasiones por estas campañas.

Los responsables de Ehige argumentan que, en todo caso, respetan la libertad de elección de los padres, pero que la Religión debería darse fuera del horario lectivo. Recuerdan que, en todo caso, cada vez son menos las familias que optan por matricular a sus hijos en las enseñanzas religiosas. En la actualidad, cursan esta materia el 33,2% de los alumnos de Primaria -de 6 a 12 años-, y el 21,2% de Secundaria, de 12 a 16 años.

Sacar una materia voluntaria del horario lectivo suele ser su sentencia de muerte. El decreto de Bachillerato aprobado en 2009 ordenaba ya que la Religión se impartiera antes o después de la jornada obligatoria. Esta normativa provocó una sangría de matrículas: se pasó de 800 alumnos inscritos a 379 de un curso para otro en institutos. Los obispos vascos recurrieron al TSJPV este decreto.

(vía diariovasco.com)

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