La Audiencia no ve delito en las parodias de Leo Bassi sobre la religión

El tribunal archiva la denuncia de Abogados Cristianos contra el actor y el rector

J. M. | VALLADOLID.

La Audiencia de Valladolid ha archivado la querella criminal contra el actor León James Sansous, conocido artísticamente como Leo Bassi, por una actuación que tuvo lugar en el paraninfo de la Universidad de Valladolid el 6 de octubre del 2010, en la que realizó varias parodias sobre el Papa, la religión católica, el comportamiento sobre los abusos sexuales de sacerdotes y los judíos. La querella fue presentada por la Asociación de Abogados Cristianos y el colectivo Hazte Oír, que consideraron que la actuación del actor en un lugar público había supuesto un delito contra los sentimientos religiosos, y subsidiariamente dos delitos de injurias o calumnias.

La magistrada de Instrucción número 6 de Valladolid decidió admitir a trámite la querella el pasado 21 de marzo, aunque la Fiscalía recurrió el auto por considerar que no existía tipo ilícito en las representaciones que Leo Bassi realizó.

Los promotores de la querella incluían también al rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, tras considerarle cómplice de los delitos por haber cedido un espacio público. Sacristán ha sido también exonerado en el auto de la Audiencia que fue comunicado ayer a las partes. Después de haber visionado el vídeo, los jueces consideran que la actuación de Leo Bassi no comporta ningún delito, y «lo que pone de relieve es un posicionamiento laico y, si se quiere, anticlerical del conferenciante sin que ello constituya realmente escarnio de los dogmas, creencias, ritos o ceremonias de la religión católica, ni vejación de quienes los profesan o practican», dice la Audiencia Provincial.

Los tres magistrados que ordenan a la jueza cerrar la investigación que abrió señalan en su auto que Leo Bassi es un protagonista que «se autodefine como un payaso» y sitúan su trabajo en un espectáculo humorístico que está impregnado de «ánimo iocandi y crítico» que habría que enmarcar dentro de la libertad de expresión.

Durante su actuación, Bassi imitó al Papa, repartió preservativos (que los denunciantes sostenían se identificaba con la administración de la sagrada forma en la Eucaristía), y mencionó a los judíos como una minoría influyente en la sociedad.

(vía elnortedecastilla.es)