Fanático del ciclismo y del Tour de Francia, el párroco de Saint-Jean-de-Monts, René Cougnaud, a dos pasos del Paso de Gois, donde mañana comienza la ronda gala, propone a aquellos ciclistas que lo deseen una misa justo antes del banderazo de salida de la prueba.
"Es un homenaje a los corredores, a los organizadores, a los acompañantes y a los espectadores", afirma al diario "L'Équipe" el sacerdote que tiene en su sacristía un póster de Thomas Voeckler, el orgullo de la Vandée, lugar de salida de la prueba.
En paralelo, el original cura ofrece a quien lo tenga a bien una confesión previa al inicio de la competición.
Cougnaud no se hace ilusiones y reconoce que el hecho de cumplir con la Iglesia católica no va a dar a los ciclistas más opciones de lograr el triunfo o de acabar la carrera, pero puede servirles para cumplir con sus creencias.
"Pienso mucho en los españoles, para quienes la religión es algo muy importante", afirma.
El sacerdote no descarta que algún ciclista pase por el confesionario para hacerse perdonar un dopaje, en cuyo caso respetará el secreto de confesión.
"Pero preguntaré si creen que eso les hace bien, si les aporta algo", señala el religioso convencido de que puede hacerles reflexionar.
No exento de humor, el padre Cougnaud compara el ciclismo con la religión y el recorrido de una etapa del Tour de Francia con "via crucis" que sufrió Jesús antes de su crucifixión en el monte Calvario.
Y asegura que en la homilía de mañana leerá un pasaje de la carta de Pablo a los Corintios en la que se ensalza el esfuerzo como forma de alcanzar la salvación.
(vía elmundo.es)
Nota de Ateorizar: Si Lance Armstrong hubiese ido a misa antes de sus carreras quizá no le hubiese dado cáncer en las bolas.
"Es un homenaje a los corredores, a los organizadores, a los acompañantes y a los espectadores", afirma al diario "L'Équipe" el sacerdote que tiene en su sacristía un póster de Thomas Voeckler, el orgullo de la Vandée, lugar de salida de la prueba.
En paralelo, el original cura ofrece a quien lo tenga a bien una confesión previa al inicio de la competición.
Cougnaud no se hace ilusiones y reconoce que el hecho de cumplir con la Iglesia católica no va a dar a los ciclistas más opciones de lograr el triunfo o de acabar la carrera, pero puede servirles para cumplir con sus creencias.
"Pienso mucho en los españoles, para quienes la religión es algo muy importante", afirma.
El sacerdote no descarta que algún ciclista pase por el confesionario para hacerse perdonar un dopaje, en cuyo caso respetará el secreto de confesión.
"Pero preguntaré si creen que eso les hace bien, si les aporta algo", señala el religioso convencido de que puede hacerles reflexionar.
No exento de humor, el padre Cougnaud compara el ciclismo con la religión y el recorrido de una etapa del Tour de Francia con "via crucis" que sufrió Jesús antes de su crucifixión en el monte Calvario.
Y asegura que en la homilía de mañana leerá un pasaje de la carta de Pablo a los Corintios en la que se ensalza el esfuerzo como forma de alcanzar la salvación.
(vía elmundo.es)
Nota de Ateorizar: Si Lance Armstrong hubiese ido a misa antes de sus carreras quizá no le hubiese dado cáncer en las bolas.
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