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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Disminuye intolerancia religiosa en Michoacán

Mientras en el 2008 se registraron 28 conflictos, en el presente 2011 sólo se tuvo conocimiento de cinco casos

Sayra Casillas Mendoza

La participación de los jerarcas de las distintas religiones que se profesan en Michoacán ha sido medular para que el creyente respete la fe del otro.Morelia, Michoacán.- En los últimos cuatro años disminuyeron los conflictos en Michoacán por intolerancia religiosa, señaló el titular de Asuntos Religiosos del gobierno estatal, Francisco Zúñiga Coria, que mientras en el 2008 se registraron 28 conflictos, en el presente 2011 sólo tuvo conocimiento de cinco casos, suscitados principalmente en comunidades indígenas.
El funcionario atribuyó lo anterior al trabajo realizado por el Consejo Interreligioso, instituido en la entidad en el 2009, con el objeto de inculcar entre los practicantes de las distintas religiones el respeto y la tolerancia hacia aquel que piensa y cree diferente.

Con relación al mismo consejo, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, sostuvo que su creación permite integrar coincidencias a favor de causas sociales. “Creo que a nosotros mismos como católicos y a mis hermanos que tienen otra denominación religiosa nos permite un acercamiento”.

Francisco Zúñiga Coria recordó que aunque predomina la religión católica, en el estado también profesan los cristianos evangélicos, judíos, mormones y testigos de Jehová, mismos que tienen un total de 132 asociaciones religiosas plenamente registradas.

Mientras que los judíos o los mormones prácticamente no cuentan en la entidad con centros de culto, y sus actividades se remiten a inmuebles privados o ubicados en otros estados del país, los católicos, los cristianos y los testigos de Jehová son los que aparentemente tienen mayor presencia, lo que no implica que los practicantes de estas dos últimas religiones estén plenamente libres de actos de discriminación o intolerancia.

Ahora bien, decir que los católicos son los únicos que discriminan a los que creen distinto tampoco sería correcto, pero debido a que son todavía una mayoría son más los conflictos en los que se involucran.

En charla con este medio informativo, Zúñiga Coria sostuvo que la intolerancia religiosa es un fenómeno que se suscita desde hace años en distintos puntos de la entidad, principalmente en comunidades indígenas donde se tienen costumbres muy arraigadas, pero según los registros con los que cuenta la Dirección de Asuntos Religiosos va a la baja.

“En las comunidades indígenas hay situaciones complicadas por la ideología. Para ellos es más difícil aceptar otros cultos porque sus costumbres, sus tradiciones se basan fundamentalmente en el tema religioso”, enunció.

Indicó que mientras en el 2008 se reportaron alrededor de 28 casos de intolerancia religiosa, el presente 2011 se cerrará con aproximadamente cinco reportes. No obstante, hizo la aclaración que este tipo de hechos que acontecen en el seno de comunidades a veces muy pequeñas no siempre llegan a conocerse en la dependencia.

La intolerancia religiosa se traduce en actos que van desde la discriminación, el maltrato, hasta posturas más radicales como el impedir que otra religión instituya un centro de culto, al que por ley tiene derecho; no permitir que quienes profesan otra religión sepulten a sus difuntos en el panteón del pueblo; o hasta quitarles los servicios básicos (luz, agua) con el claro fin de que abandonen el lugar.

El funcionario reconoció que no se han logrado erradicar del todo estas prácticas pero hizo énfasis en que han disminuido gracias al trabajo conjunto realizado por los miembros del Consejo Interreligioso.

“La base de todo trabajo tiene que ser el respeto y el diálogo, porque en ese tema la Constitución es muy clara, la Ley de Asociaciones Religiosas establece que si quieres creer está bien y si no también”.

Enfatizó que la participación de los jerarcas de las distintas religiones que se profesan en Michoacán ha sido medular para que el creyente respete la fe del otro.

“A veces los mismos ministros de culto son quienes promueven este tipo de prácticas (intolerantes), pero si ves que, por ejemplo, el arzobispo charla y participa en el mismo acto que un mormón tu perspectiva cambia”.

demás del mensaje de unidad que envían a pesar de sus diferencias, Francisco Zúñiga subrayó que las representaciones religiosas deben mantener ese punto de coincidencia que encontraron en torno al ámbito social, pues también tienen responsabilidades y deben ser más participativas en cuestiones de seguridad, educación, salud y combate a la pobreza.

“Es importante que las iglesias sigan tomando el papel responsable como parte de la sociedad, sin violentar la ley, pero con una participación activa”, agregó.

(vía cambiodemichoacan.com.mx)

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