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domingo, 29 de enero de 2012

PC cubano ante reto de acabar con discriminación a homosexuales

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Dos décadas después de haber abandonado su carácter ateo y aceptar creyentes en sus filas, el gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) enfrenta un nuevo desafío en su primera Conferencia Nacional en medio siglo: acabar con la discriminación a los homosexuales.

En el cónclave, que comenzó este sábado en el Palacio de las Convenciones de La Habana, 811 delegados analizan un centenar de propuestas para modernizar al partido único, entre ellas la de abrir sus puertas, las del gobierno y del ejército a los homosexuales, que fueron perseguidos y marginados tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959.

El documento base de la Conferencia propone a la militancia "enfrentar los prejuicios raciales, de género, ante creencias religiosas, orientación sexual" que "puedan originar cualquier forma de discriminación o limitar el ejercicio de los derechos de las personas, entre ellos los de ocupar cargos públicos, participar en las organizaciones políticas" y "en la defensa".

También aboga por "reflejar a través de los medios audiovisuales, la prensa escrita y digital, la realidad cubana en toda su diversidad en cuanto a la situación, laboral y social, género, color de piel, creencias religiosas, orientación sexual y origen territorial".

En su IV Congreso, en 1991, el PCC abandonó su carácter ateo, permitiendo el ingreso de creyentes, pero mantuvo en la práctica sus reservas hacia los homosexuales, en una sociedad que arrastra décadas de machismo y discriminación.

La Conferencia comenzó dos días después de que concluyera en La Habana un congreso internacional de sexología, en el que la experta Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro, reiteró que "el tratamiento" a la comunidad LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transexuales) fue por años "discriminatorio y excluyente" en la isla.

En los años 60 muchos homosexuales cubanos debieron exiliarse o fueron recluidos en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (campos de trabajo) por no corresponder al modelo "revolucionario".

La marginación continuó en los años 70 y obras de prestigiosos escritores homosexuales, como Virgilio Piñera y Reinaldo Arenas, desparecieron de librerías y editoriales, hasta que fueron reivindicados hace pocos años.

Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, lidera con el apoyo de su padre una cruzada contra la homofobia y por el respeto de los derechos de los gays en el país. En enero de 2010 pidió en una carta al Partido Comunista Cubano el cese de la discriminación contra los homosexuales.

"Si estamos abogando por derechos tenemos que incluirlos en todos los sentidos", pues "no tiene nada que ver en la realidad tu definición ideológica, partidista, con tu orientación sexual, es absurdo", dijo entonces la sexóloga, tras afirmar que no se trataba de una marginación formal, sino "implícita".

Sorprendiendo a seguidores y adversarios, el líder cubano Fidel Castro, retirado del poder desde 2006 por razones de salud, admitió en septiembre de 2010 su responsabilidad en la marginación de los homosexuales, y la calificó como una "gran injusticia", en una entrevista con el diario mexicano La Jornada.

"¿Quién subsana el sufrimiento?", dijo entonces Aliomar Janjaker, quien preside la Fundación LGBT Reinaldo Arenas, crítica del gobierno.

Por gestión de Mariela Castro, el gobierno aprobó en 2008 las cirugías de cambio de sexo, 20 años después de ser suspendidas tras una primera y única operación, de hombre a mujer, que generó gran polémica.

La hija del presidente también impulsa las uniones gay y el reconocimiento legal de los transexuales.

(vía feeds.univision.com)

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