María Torrens Tillack
La religión está presente en los discursos políticos en la campaña de las primarias republicanas de EEUU, pero Mitt Romney procura no destacar su fe mormona.
Fuente: Pew Research Center
"Dios no creó a este país para que fuera una nación de seguidores: Estados Unidos debe conducir al mundo", dijo el candidato de las primarias republicanas Mitt Romney en octubre de 2011. ¿Pero están los republicanos dispuestos a que lo dirija un “Dios mormón”?
La importancia de la religión en la democracia estadounidense es tal, que la libertad de fe se formula en la Primera Enmienda de la Constitución.
Sin embargo, al que prometía ser favorito en las primarias republicanas en los sondeos, el mormón Romney, parecen estar cerrándole algunas puertas sus creencias. Dos tercios de la población aseguran que para ellos es importante que el presidente de EEUU tenga “fuertes creencias religiosas”, según los datos del Instituto Público para la Investigación de la Religión en EEUU.
Preferiblemente religioso
"La mayoría de estadounidenses quieren a un presidente que profese una fe cristiana generalizada", explica a lainformacion.com Charles Haynes, director del Religious Freedom Education Project (Proyecto Educativo para la Libertad de Religión) en Washington.
Da varios ejemplos históricos: "Thomas Jefferson evitó hablar sobre sus creencias deístas [reconocer a un dios como autor de la naturaleza, pero sin admitir revelación ni culto externo]. Ronald Reagan no era especialmente religioso o practicante, pero proyectaba una piedad reflejada en las expectativas del electorado en 'Dios y el país'".
"Incluso si una persona no pertenece a iglesia alguna, como Abraham Lincoln, lo que parece que requiere el electorado es que él o ella hable la lengua de la religión civil estadounidense", añade.
Mejor un presidente mormón, que otra vez Obama
Una encuesta del Centro de Investigación Pew con sede en Washington le mostró también como preferido entre los votantes republicanos en noviembre: a casi 9 de cada 10 votantes republicanos les daba igual su religión. Pero uno de cada cuatro estadounidenses tienen mala opinión sobre la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos, según la misma encuesta.
Sin embargo, a los que no les gusta Romney por su fe declaran mayoritariamente que le votarían si resultase el nominado republicano tras las primarias.
“Romney habla más sobre su fe que en 2008 [cuando también se presentó a las primarias], pero sólo cuando le preguntan sobre ello”, apunta a este periódico John C. Green, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Akron (Ohio) especializado en la relación de la religión y política. “Hablar sobre su fe puede hacerle perder votos”.
Charles Haynes es más tajante: "Romney no puede decir más [sobre su fe] sin empeorar las cosas".
"Intenta hablar en el 'lenguaje de la fe', relacionando EEUU con Dios y las intenciones divinas, pero sin entrar en detalles", analiza el experto en religiones en EEUU. "Parece que piensa que la mejor forma es desviar las preguntas sobre su fe y unir sus valores a los llamados 'valores familiares' y al patriotismo que los republicanos esperan [oír] de su candidato. (...)".
El prestigioso centro Pew ya advirtió de que la religión del exgobernador de Massachusetts podría pesar en su contra en las primarias republicanas.
Un 30% de los republicanos son potencialmente anti-Romney
Los votantes evangélicos blancos, que forman aproximadamente un 30% del electorado republicano, han mostrado ser los más reacios a un candidato mormón.
Son muchos los que han atribuido a su fe mormona la flagrante derrota que Romney sufrió contra Newt Gingrich (convertido al catolicismo después de haber sido baptista y luterano) en Carolina del Sur. Es uno de los estados más religiosos del país, según un ranking del centro de investigación Pew, con un 70% de sus habitantes –de mayoría cristiana- que consideran la fe un aspecto esencial de su vida.
Pero al contrario de lo que podría pensarse, los católicos votaron de forma igualmente repartida por Romney y Gingrich. Fue para los evangélicos blancos y protestantes para quienes resultó definitivo votar a alguien con sus mismas creencias, según se desprende de las encuestas realizadas en ese estado.
“La religión importa de forma distinta a votantes republicanos y demócratas”, indica Green. “Los demócratas son mucho más diversos en términos religiosos y tienen un grupo grande de votantes no religiosos”.
Un candidato mormón no es la opción más polémica
¿Y si en vez de mormón fuera musulmán? “Probablemente sería un problema aún mayor: los musulmanes son aun más impopulares entre el gran público”, admite Green. "Sería mucho más difícil para un musulmán", coincide Haynes.
"Con una islamofobia creciente en EEUU", apunta el director del Religious Freedom Education Project, " los musulmanes que se presentan para algún cargo público se enfrentan a enormes retos, incluso en elecciones locales. El único grupo que se enfrenta a una oposición mayor, es el de los ateos", añade.
Con Barack Obama ya hubo y hay quien trata de explotar, especialmente los más conservadores del Tea Party, como algo peyorativo que su padre fuera musulmán o que él pudiera serlo (el presidente de EEUU pertenece a una de las múltiples iglesias cristianas de EEUU).
Curiosamente, el 18% de la población sigue creyendo que Obama es musulmán (antes de acceder a la Casa Blanca, sólo lo pensaba un 12%), según el Instituto Público para la Investigación de la Religión.
“La mayoría de ellos [de quienes creen que Obama es musulmán] son republicanos”, apuntaba recientemente en un foro de debate Robert P. Jones, presidente del Instituto y afamado columnista sobre religión en el Washington Post.
Relevancia menor en Florida
Este martes son las primarias en Florida, donde según el centro Pew la religión sólo forma una parte destacada de su vida para un 57% de la población, ligeramente por encima de la media nacional pero muy por debajo de la devoción en Carolina del Sur, donde Gingrich arrasó y el porcentaje es de 70 puntos.
Mitt Romney y Newt Gingrich se enfrentaban a estas nuevas primarias con un empate técnico, según encuestas recientes, aunque un nuevo sondeo del Miami Herald publicado este domingo da una ventaja importante al candidato mormón frente a Gingrich: 42% frente al 31% para el expresidente de la Cámara de Representantes.
En el centro del debate estarán el empleo y la sanidad. La fe mormona de Romney no será definitiva en Florida mañana.
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