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jueves, 17 de octubre de 2013

El mercado de la fe en Colombia

Federico Alberto Merchán Álvarez

La Constitución Política de Colombia consagró en su artículo 19 la libertad de cultos como un derecho fundamental: “Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva”. Esto fue un gran avance en el proceso de construcción de un estado laico e independiente de una religión particular. De hecho, el aumento exponencial  en el número de iglesias existentes el país, pasando de sólo 15 en el 1995 a 3686 en el 2011 (ver gráfico inicial), prueba que el Estado está garantizando el goce de éste derecho fundamental. Sin embargo, dado que los controles estatales que  verifican el carácter “sin ánimo de lucro” de las iglesias son insuficientes, pueden estarse generando incentivos perversos para hacer un negocio lucrativo de la fe.

Históricamente, las iglesias han recibido un tratamiento tributario flexible. Entre 1994 y 2003 no estuvieron obligadas a presentar declaración de ingresos y patrimonio (El Tiempo, 2004). Dos años después, la DIAN les solicitó presentar informes de su contabilidad y expidió el decreto 3595 de 2005, el cual introdujo una tarifa de retención en la fuente entre el 3.5% y 6% para las personas naturales que reciben pagos por concepto de “emolumentos eclesiásticos”[1]. Sin embargo, las iglesias como tal siguieron gozando con la exención del pago del impuesto predial (SDH, 2010), de la renta y el patrimonio (Forero, 2013). En la actualidad, se estima que la tributación anual de todas las iglesias ronda los $250 millones de pesos, lo cual representa alrededor del 0.0025% de los $10 billones de ingresos anuales estimados (Dinero, 2013).

Debe mencionarse que las grandes obras sociales realizadas por algunas iglesias, así como la asistencia humanitaria a personas desplazadas a causa del conflicto (CRF, s.f) o los distintos aportes en educación y salud a lo largo del mundo (Arraiz, 2009) justifican la existencia de un tratamiento tributario diferencial para ellas, puesto que se verifica que cumplen con una función social. Igualmente, se reconoce que las iglesias son un stock de capital social importante, que han promovido el desarrollo social en algunas comunidades en el mundo (Swart, 2006) y que articulan otro tipo de actividades sociales favorables para la sociedad (Bosh et al, 2003). No obstante, la aplicación de un tratamiento fiscal homogéneo para todas las iglesias es debatible dado que no es posible comprobar que este comportamiento pro social lo cumplan las 3,686 existentes en el país para el 2011.

Al respecto, se conoce la existencia de algunos centros de fe que llegan al extremo comercial de recoger el diezmo en “datafono” y que cuentan con empresas cuyo capital ha crecido de $50 millones a $729.861.088 millones en tan sólo 8 años (Kienyke, 2012). Asimismo, la Red de Apoyo de Víctimas de Sectas (organización mundial que de forma gratuita atiende a cualquier persona que se considere víctima de una secta[2]) recibe en promedio 100 pedidos de ayuda semanales desde Colombia[3], y existen numerosas condenas contra líderes espirituales y religiosos por delitos como el fraude o la estafa (Rosales, 2012).   Lo anterior indicaría que el aumento explosivo de iglesias en el país expuesto en la gráfica introductoria estaría explicado más por el ánimo de lucro de algunos, que aprovechan las facilidades de abrir una nueva iglesia (Forero, 2013) y los bajos impuestos, que por un despertar en la conciencia colectiva religiosa de los colombianos.

Un punto adicional para entender la complejidad del mercado de la fe es que las iglesias han adquirido un gran poder político, lo que ha dificultado la aprobación de medidas que mejoren el monitoreo de su funcionamiento (tal como la creación de un organismo similar a una superintendencia que vigile a todas las entidades sin ánimo de lucro propuesta por un exdirector de la DIAN (Morales, 2012)). El equipo de campaña de un expresidente calculó que sólo la comunidad cristiana alcanza a poner 1 millón de votos en las elecciones presidenciales (Ardila, 2011). Por ello, una de las estrategias del presidente actual cuando vio que podía perder las elecciones pasadas fue conquistar el voto cristiano y hacer del tema religioso un eje importante del debate electoral (Vélez, 2010). La bendición de miles de votos que reciben algunos políticos en sus visitas a distintos centros de fe genera dudas sobre el carácter laico del Estado y su independencia para efectuar un mayor control sobre las iglesias.

En conclusión, hay que celebrar el cumplimiento de la libertad de cultos consagrada en la constitución pero hay que reevaluar el contexto económico y político en el cual se ha dado. Además, la inelasticidad en los diezmos y las donaciones que reciben las iglesias que no ejercen ninguna función social puede ser una importante fuente de ingresos estatales para distintos sectores donde los recursos son insuficientes. Por ejemplo, el presupuesto de inversión en educación pública proyectado para el 2014 es tan sólo de $2.2 billones de pesos (menos del 25% de los ingresos totales de las iglesias). Así, habría que recordar aquel famoso pasaje de la Biblia (Mateo 22: 15-22) cuando algunos fariseos tientan a Jesús preguntándole si estaba permitido pagarle impuestos al Cesar, a lo que él responde: “Muéstrenme una moneda romana. ¿De quién son esta imagen y esta inscripción? —Del césar —contestaron.  Entonces denle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

BIBLIOGRAFÍA:

Ardila, Laura (22 Octubre 2011). El poder de la fe. El Espectador. Recuperado de la página web: http://www.elespectador.com/impreso/bogota/articulo-306950-el-poder-de-fe

Arraiz, José (2008): “Las buenas obras de la Iglesia Católica” Recuperado de la página web: http://www.apologeticacatolica.org/Varios/Varios20.pdf

Bosch, J, Merida Fredesvinda, Rodríguez J (2003): “Capital social como vertebrador de la sociedad: España 2000 (ensayo teórico metodológico)” Recuperado de la página web de la Universidad de Barcelona: http://www.ub.edu/web/ub/ca/

Catholic Relief Services, CRF (s.f): “La Iglesia católica en Colombia: generando esperanza renovada para la paz” Recuperado de: http://crs.org/public-policy/pdf/col-dvd-discussion-guide-sp.pdf

Dinero (24 Abril 2013). En Colombia hay más iglesias que colegios. Dinero. Recuperado de la página web: http://www.dinero.com/actualidad/nacion/articulo/en-colombia-mas-iglesias-colegios/174266

El Tiempo (5 Abril 2004). La Dian auditará a las iglesias. El Tiempo. Recuperado de la página web: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1570459

Forero, Andrea (5 Octubre 2013). Entre 15 y 20 nuevas iglesias son registradas cada semana en Colombia. El Tiempo. Recuperado de la página web: http://www.eltiempo.com/justicia/poco-control-en-la-legalizacion-de-nuevas-iglesias-en-colombia-_13103493-4

Kienyke (Junio 29 2012). La iglesia que recoge diezmos con datafono. Kienyke. Recuperado de la página web: http://www.kienyke.com/historias/la-iglesia-que-recoge-diezmos-con-datafono/

Morales, Martha (Junio 3 2012).  Universidades están en la mira de la DIAN. Portafolio Recuperado de la página web: http://www.portafolio.co/economia/universidades-estan-la-mira-la-dian-0

Rosales, Andrés (2012). Las víctimas de la fe. El Tiempo.  Recuperado de la página web: http://www.eltiempo.com/gente/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12033000.html

Secretaria Distrital de Hacienda (SDH),  Bogotá (2010): “¿Quién debe pagar el impuesto predial?” Recuperado de la página web de la Secretaria Distrital de Hacienda: http://impuestos.shd.gov.co/portal/page/portal/portal_internet_sdh/

impuestos/predio_imp/impuesto_predial_unificado/quien_debe_pagar_este_impuesto

Swart, Ignatus (2006): “Churches as a stock of social capital for promoting social development in western cape communities” Recuperado de la pagina web: http://www.westerncape.gov.za/Text/2006/11/

churches_stock_social_capital_social_developmentwcape_communities.pdf

Vélez, Cristina (19 Mayo 2010). La contraofensiva de los cristianos de Santos para ganarles a los verdes en Bogotá. LaSillaVacia. Recuperado de la página web: http://lasillavacia.com/historia/13714


[1] “Se entienden por emolumentos eclesiásticos, todo pago o abono en cuenta, en dinero o en especie, realizados en forma directa o indirecta, tales como compensaciones, retribuciones, ofrendas, donaciones, o cualquier otra forma que utilicen las congregaciones o asociaciones religiosas o los demás agentes de retención, cuya finalidad sea compensar o retribuir al pastor, líder, predicador, consejero espiritual o misionero, en razón del ejercicio de la actividad ministerial o pastoral.” Ver decreto 3595 de 2005 completo en http://www.cijuf.org.co/decretos05/d3595.pdf

[2] Ver página oficial: http://victimasectas.com/NuestraLabor.html

[3] Siendo Colombia el tercer país Latinoamericano que más demanda este servicio

(vía revistasupuestos.uniandes.edu.co)

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