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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Seúl investiga al sacerdote católico que justificó un bombardeo norcoreano

La Fiscalía de Corea del Sur abrió hoy una investigación contra el sacerdote católico Park Chang-shin por justificar en un sermón el bombardeo de Corea del Norte a la isla de Yeonpyeong, que dejó cuatro muertos surcoreanos en 2010.


Seúl - La Fiscalía de Corea del Sur abrió hoy una investigación contra el sacerdote católico Park Chang-shin por justificar en un sermón el bombardeo de Corea del Norte a la isla de Yeonpyeong, que dejó cuatro muertos surcoreanos en 2010.

La investigación se produce a raíz de las denuncias presentadas por diversos grupos conservadores del país en las que acusan al cura de violar la Ley de Seguridad Nacional de Corea del Sur, informó la agencia local Yonhap.
La Ley de Seguridad Nacional surcoreana prohíbe estrictamente llevar a cabo actividades en favor del régimen comunista de Corea del Norte.
Sobre el suceso de Yeonpyeong, del que el sábado se conmemoró el tercer aniversario, el párroco Park aseguró que Pyongyang disparó porque "debía hacerlo" ante la amenaza de un ejercicio militar de Seúl y Washington en aguas cercanas a la disputada frontera del Mar Amarillo (mar Occidental).
El religioso también puso en duda durante su sermón la versión oficial de Seúl de que el Ejército de Corea del Norte hundió con un torpedo el buqueCheonan en marzo de 2010, en un suceso en el que fallecieron 46 marineros surcoreanos.
Sus comentarios, efectuados el viernes durante una misa de carácter político organizada por el grupo de izquierdas, Sacerdotes Católicos por la Justicia (CPAJ) en Gunsan (200 kilómetros al sur de Seúl), han levantado una gran polémica en Corea del Sur, cuyo Gobierno ha respondido con dureza.
La presidenta del país, Park Geun-hye, aseguró que no tolerará "acciones que minen la confianza de los ciudadanos y causen divisiones", mientras el Ministerio de Defensa emitió un comunicado de condena.
Por su parte, el arzobispo de Seúl, Andrew Yeom Soo-jung, se desmarcó de las palabras del padre Park al instar durante una misa este domingo a los sacerdotes católicos a "abstenerse de intervenir directamente en asuntos políticos".
Los católicos son, tras budistas y protestantes, el tercer grupo religioso con cinco millones de adeptos (un 10,9 por ciento de la población) en Corea del Sur, un país donde el 46,5 por ciento de los habitantes no profesan religión alguna, según datos del último censo de 2005.

(vía AgenciaEFE)

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