En los documentos se
indica como los sacerdotes acusados eran transferidos de parroquia en
parroquia.
La archidiócesis
católica de Chicago (Illinois, EEUU) divulgó hoy más de 6.000 páginas de
documentos sobre los abusos sexuales cometidos por decenas de sacerdotes contra
menores de edad, y la omisión de la Iglesia para proteger a los niños.
La divulgación de los
documentos en internet es parte de un acuerdo judicial y se refieren a treinta
de más de sesenta y cinco sacerdotes en la archidiócesis, la tercera más grande
de EE.UU., mencionados en denuncias de abuso sexual fundamentadas.
De los treinta
sacerdotes mencionados catorce han muerto, otros catorce ya no son sacerdotes y
los dos restantes no cumplen tareas sacerdotales.
Un abogado de la
archidiócesis indicó la semana pasada que el 95 por ciento de los incidentes
detallados en esos documentos ocurrió antes de 1988 y ninguno de ellos después
de 1996.
La Archidiócesis de
Chicago ha pagado ya más de 100 millones de dólares a las víctimas de abusos
sexuales en los últimos veinticinco años, y ha cubierto ese gasto con la venta
de propiedades y una reciente emisión de bonos.
Los documentos
proporcionan detalles de la forma en que la archidiócesis transfirió de una
parroquia a otra a los sacerdotes acusados de abusos, y omitió notificar a la
policía sobre las denuncias de tales abusos.
La mayoría de los
treinta sacerdotes mencionados en esta tanda de documentos no fueron
procesados.
"Todo eso está en
el pasado, esperemos", dijo en una entrevista publicada el domingo pasado
el cardenal Francis George.
Si bien los incidentes
ocurrieron décadas atrás, algunos de ellos salieron a la luz después de que
George se hizo cargo de la archidiócesis, y en una declaración en 2008 como
parte de una querella civil, el cardenal reconoció que había manejado
inapropiadamente tres casos ocurridos bajo su autoridad.
Las denuncias de los
abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en EE.UU. se multiplicaron
en la década de 1990 afectando a diócesis grandes y menores, desde Boston a
Chicago, Honolulu, Los Ángeles, Orange County, Palm Beach, Filadelfia y
Portland.
Un estudio comisionado
por la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. al Colegio John Jay de
Justicia Criminal indicó que se habían hecho unas 11.000 acusaciones contra
4.393 sacerdotes en Estados Unidos, aproximadamente el 4 por ciento de los
clérigos en servicio en el período cubierto por el análisis, de 1950 a 2002.
En 1979, después que
un niño de 13 años informó que el sacerdote William Cloutier lo había violado y
le había amenazado con un arma de fuego para que guardara silencio, la
Archidiócesis de Chicago aseguró a los familiares que, aunque el clérigo no
sería procesado, recibiría tratamiento y nunca volvería a trabajar con menores.
Pero Cloutier, quien
ya antes había sido acusado de abusar de otros menores, retornó un año más
tarde al ministerio activo y siguió cometiendo abusos hasta que renunció en
1993, dos años después de que los familiares del niño iniciaron una querella.
Los documentos
divulgados hoy muestran que las autoridades eclesiásticas no tomaron medidas
contra Cloutier porque "se le veía arrepentido".
Casi 500 de los
documentos internos describen la forma en que George y otros bajo su autoridad
manejaron el caso de Joseph Bennet, un sacerdote acusado de abusar sexualmente
de dos hermanas entre 1967 y 1973 en la parroquia de St. John de la Salle, en Chicago.
Según los documentos,
al menos otra docena de acusaciones contra Bennet han aparecido desde que fue
suspendido del ministerio sacerdotal.
Bennet, que ahora
tiene 73 años, nunca fue acusado de un crimen y ha negado repetidas veces
cualquier conducta equivocada. El hombre nunca retornó al ministerio activo
después de 2006 y tampoco ha sido expulsado del clero.
Los documentos
referidos a las gestiones de George y su predecesor, Joseph Bernardin,
contrastan con los procedimientos eclesiásticos bajo el difunto cardenal John
Cody.
En una carta escrita
en julio de 1970 al sacerdote Raymond Skriba, Cody aseguró a este clérigo que
no debía preocuparse por las alegaciones de conducta sexual inapropiada
formuladas por una niña en la escuela católica St. Walter.
"Pienso que todo
este asunto usted debería olvidarlo tal como yo lo he olvidado", escribió
Cody. "Nada bueno resultará de tratar de probar o desaprobar las
alegaciones, y creo que usted comprenderá esto".
Los documentos indican
que Skriba fue asignado más adelante a la parroquia St. Joseph en Round Lake,
donde una mujer denunció que cuando ella tenía 15 años Skriba había abusado
sexualmente de ella.
(vía EFE)
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