Se llamaba Julion Evans, era gay y tenía 42 años y una extraña enfermedad llamada amiloidosis, que consiste en la presencia de proteínas fibrosas anormales que pueden producir insuficiencia de órganos. Falleció la semana pasada en Tampa, Estados Unidos, y el pastor bautista de la Iglesia donde iba a realizarse el funeral se negó a celebrar la ceremonia tras enterarse de su homosexualidad.
El pastor, T.W. Jenkins según informó Kfor.com, conoció su condición sexual al leer el obituario, donde decía que “Evans dejaba a su esposo Kendall Capers”. Acto seguido canceló el funeral y manifestó que realizarlo en su iglesia sería “blasfemia”.
Este acto homófobo ha consternado a la familia y al resto vecinos, que no entienden como cosas así pueden seguir ocurriendo hoy día.
(Via friendlylife.com)
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