Mi postura laica y crítica fomentaba en clase
el debate sobre temas tales como el aborto, la objeción de conciencia,
la violencia obstétrica, la autonomía reproductiva


Julieta Arosteguy
Julieta
Arosteguy es licenciada en filosofía, profesora adjunta de Salud y
Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ),
investigadora del Programa de Bioética de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (FLACSO) e integrante de la Campaña Nacional por el
Derecho al Aborto. Hasta hace muy poco fue también profesora adjunta de
Bioética en la Carrera de Puericultura y Crianza que dictan la
Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y la Fundación Lactancia y
Maternidad (FUNDALAM); sin embargo, semanas atrás fue separada de ese
cargo por las autoridades de FUNDALAM por “atea, feminista y abortista”.
La UNSAM –universidad pública- avaló la medida. En el siguiente
artículo, la propia damnificada explica lo sucedido. En una época marcada por logros tan importantes en materia de derechos sexuales y reproductivos, de equidad de género, de reconocimiento de las diversidades sexuales, de protección contra las violencias, las autoridades de la Carrera de Puericultura y Crianza de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) decidieron desvincularme de mi cargo por “atea, feminista y abortista” (SIC).
Soy profesora de Bioética de la Carrera de Puericultura y Crianza que dictan en conjunto la UNSAM y la Fundación Lactancia y Maternidad (FUNDALAM). Este cuatrimestre, las autoridades de FUNDALAM (María Soledad Martín -directora de la carrera-, Marta Maglio de Martin –directora de la fundación- y Pilar Ramognini y Alberto Peragallo –integrantes de la comisión directiva de la misma-) -que son las mismas que las autoridades de la carrera- decidieron que yo no debía dar más clases, porque en mi postura laica y crítica fomentaba en clase el debate sobre temas tales como el aborto, la objeción de conciencia, la violencia obstétrica, la autonomía reproductiva, el embarazo en la adolescencia, la equidad de género.
Objetaron que fuera atea, feminista y militante por el aborto legal porque “FUNDALAM cree que hay vida desde la concepción” e impidieron que volviera a estar frente a mi curso después de mi primera y única clase.
Antes de mí, las autoridades de FUNDALAM expulsaron a otras docentes que promovieron abordajes similares en sus programas, ya sea porque apoyaban el aborto legal,

Los contenidos de las materias carecen de rigor científico, con sesgos religiosos e ideológicos que patologizan la homosexualidad, avalan la inequidad de género y naturalizan los valores de la religión católica como únicos valores morales aceptables. Incluso hay docentes que han pedido a las alumnas que recen en clase.
Me he encontrado con que todas mis designaciones, desde el año 2010, fueron realizadas en octubre del 2014, como respuesta a mis reiterados reclamos y quejas. Es evidente que FUNDALAM no rinde cuentas ante la UNSAM por su personal docente y no aporta la documentación necesaria para efectuar su nombramiento. De esta manera, tampoco rinde cuentas por su eventual desvinculación. Los antecedentes académicos de lxs docentes, así como los programas de sus asignaturas, no son de acceso público.

Al tomar conocimiento de lo sucedido, el Rector de la UNSAM, Carlos Ruta, ordenó el inicio de una investigación sumaria, para esclarecer los hechos que aquí detallo. Si bien esta decisión es necesaria y bienvenida, es a todas luces insuficiente. La investigación no se ha iniciado todavía. El cuatrimestre llegará a su fin y las alumnas recibirán de la UNSAM un título que las habilita para formar parte del equipo de salud de clínicas y hospitales.

Mientras FUNDALAM se encuentre a cargo de la dirección de la Carrera de Puericultura y Crianza, la UNSAM se encontrará al servicio de intereses sectoriales abiertamente contrarios a las políticas de ampliación de derechos que ha profundizado en estos últimos años nuestro crecimiento democrático.
(via lahaine.org)
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