Cada año, 100 mil personas han dejado la religión desde 2000, revela el INEGI
Gardenia Mendoza Aguilar
Aunque la fe de una parte de la población mexicana es constante, el ámbito religioso ha dejado de ser importante para otros. EFE
MÉXICO, D.F.— La cantidad de ateos en México en los últimos 10 años llegó los 4.6 millones, la mayor cifra de personas sin religión de la que tiene registro el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI), que documentó que desde el año 2000 cada día se alejaron de la religión 274 mexicanos, 100 mil al año, un millón en la década.
La revelación numérica del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 mantiene en vilo a la Iglesia Católica, que declaró al ateísmo como "el mayor enemigo" de la población.
Incluso minimizó el hecho de que en el mismo período la fe romana perdió a 5.8 millones de devotos para quedarse con 89.3 millones, mientras los evangélicos pasaron de 4.9 a 7.6 millones.
"Nos preocupa más porque los evangélicos al final de cuentas no dejan de ser cristianos", dijo el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar. "En cambio, un pueblo que crece sin fe pierde el sentido de la esperanza, la caridad, la bondad y la ayuda a los demás".
Las experiencias de los ateos mexicanos, en cambio, consideran que las virtudes humanas no están relacionadas con la empatía con un ser divino. "Al contrario", relató Bernardo Fernández, un dibujante de cómics declarado abiertamente sin religión. "Las peores personas que he conocido son muy religiosas".
Bernardo ha pasado por "todas las facetas" al enfrentarse en México con una sociedad predominantemente católica: desde pelearse hasta soportar en silencio que una jueza del registro civil bendijera su matrimonio, o mentir sobre el supuesto bautizo de su hija para evitar incomodar a la familia.
Con todo, navega con la bandera de ateo desde los 12 años, cuando al recibir la hostia en su primera comunión no sintió nada. "Me habían dicho que tendría una iluminación y no pasó nada, y yo como niño me sentí víctima de una estafa".
Los motivos que los mexicanos tienen para perder la fe pueden ser tan variados como cada experiencia personal. Felipe Soto, un escritor y editor de 38 años, se declaró ateo a los 18 en un paso natural por su creciente atracción por la ciencia.
"Tenía todo para ser un cura y lo llegué a pensar a los 13 años", reveló. "Mis padres hacían círculos de estudios bíblicos en casa, a veces liderados por sacerdotes, y me inscribieron en escuelas católicas, donde empecé a asociar la religión con la hipocresía, hasta que me alejé totalmente".
Valdemar, el vocero de la Arquidiócesis de México, culpa a varios factores del ateísmo: a la mala información, a legislaciones que promueven leyes contrarias a la religión como el aborto y a la falta de curas: actualmente hay solo 20,000 sacerdotes en todo el país.
"Vamos a arrancar una intensa campaña de evangelización, los obispos están analizando la mejor manera, pero incluirá a laicos que son la fuerza actual de la iglesia", comenta. "Vamos a recuperar lo perdido".
El problema para los católicos es que del otro lado de la moneda también se están organizando. En 2010 se llevó a cabo el Primer Coloquio Mexicano de Ateísmo, y la asociación Ateísmo desde México se reúne para buscar una causa común e incrementar el número de librepensadores que quiten de encima "el opio del pueblo de México".
La historia de este grupo se remonta al año 2001 y cuenta con una página de intenet con chat y foros interactivos.
MÉXICO, D.F.— La cantidad de ateos en México en los últimos 10 años llegó los 4.6 millones, la mayor cifra de personas sin religión de la que tiene registro el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI), que documentó que desde el año 2000 cada día se alejaron de la religión 274 mexicanos, 100 mil al año, un millón en la década.
La revelación numérica del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 mantiene en vilo a la Iglesia Católica, que declaró al ateísmo como "el mayor enemigo" de la población.
Incluso minimizó el hecho de que en el mismo período la fe romana perdió a 5.8 millones de devotos para quedarse con 89.3 millones, mientras los evangélicos pasaron de 4.9 a 7.6 millones.
"Nos preocupa más porque los evangélicos al final de cuentas no dejan de ser cristianos", dijo el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar. "En cambio, un pueblo que crece sin fe pierde el sentido de la esperanza, la caridad, la bondad y la ayuda a los demás".
Las experiencias de los ateos mexicanos, en cambio, consideran que las virtudes humanas no están relacionadas con la empatía con un ser divino. "Al contrario", relató Bernardo Fernández, un dibujante de cómics declarado abiertamente sin religión. "Las peores personas que he conocido son muy religiosas".
Bernardo ha pasado por "todas las facetas" al enfrentarse en México con una sociedad predominantemente católica: desde pelearse hasta soportar en silencio que una jueza del registro civil bendijera su matrimonio, o mentir sobre el supuesto bautizo de su hija para evitar incomodar a la familia.
Con todo, navega con la bandera de ateo desde los 12 años, cuando al recibir la hostia en su primera comunión no sintió nada. "Me habían dicho que tendría una iluminación y no pasó nada, y yo como niño me sentí víctima de una estafa".
Los motivos que los mexicanos tienen para perder la fe pueden ser tan variados como cada experiencia personal. Felipe Soto, un escritor y editor de 38 años, se declaró ateo a los 18 en un paso natural por su creciente atracción por la ciencia.
"Tenía todo para ser un cura y lo llegué a pensar a los 13 años", reveló. "Mis padres hacían círculos de estudios bíblicos en casa, a veces liderados por sacerdotes, y me inscribieron en escuelas católicas, donde empecé a asociar la religión con la hipocresía, hasta que me alejé totalmente".
Valdemar, el vocero de la Arquidiócesis de México, culpa a varios factores del ateísmo: a la mala información, a legislaciones que promueven leyes contrarias a la religión como el aborto y a la falta de curas: actualmente hay solo 20,000 sacerdotes en todo el país.
"Vamos a arrancar una intensa campaña de evangelización, los obispos están analizando la mejor manera, pero incluirá a laicos que son la fuerza actual de la iglesia", comenta. "Vamos a recuperar lo perdido".
El problema para los católicos es que del otro lado de la moneda también se están organizando. En 2010 se llevó a cabo el Primer Coloquio Mexicano de Ateísmo, y la asociación Ateísmo desde México se reúne para buscar una causa común e incrementar el número de librepensadores que quiten de encima "el opio del pueblo de México".
La historia de este grupo se remonta al año 2001 y cuenta con una página de intenet con chat y foros interactivos.
(vía impre.com)
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