Páginas

jueves, 14 de abril de 2011

La religión no debe politizarse

EL PRESIDENTE COLOM y su exesposa protagonizarán cada uno, hoy y el viernes próximo, dos actos cuyo evidente objetivo es mezclar a la política gubernativa y partidista con la religión. El mandatario condecorará con la Orden del Quetzal a la imagen del Jesús Nazareno de las Tres Potencias, del templo de la Parroquia Vieja, zona 6, además de declarar a las marchas fúnebres de Semana Santa como patrimonio de la Nación.

Sin titulo prensalibre print



MARIO ANTONIO SANDOVAL

Por su parte, la señora Sandra Torres entregará de manera oficial un manto financiado por ella, obviamente con fondos públicos, para la imagen de la Virgen de la Soledad de La Recolección. A mi criterio dos acciones cuya única interpretación posible es la de obtener beneficios políticos en un año de campaña electoral.

LA ASOCIACIÓN DE DEVOTOS del Nazareno en mención informó de la imposición indicada por medio de un cartel impreso y expuesto públicamente en varios lugares de la capital. La decisión presidencial es el resultado de negociaciones entre los directivos de la entidad y funcionarios relacionados con la propaganda oficial hace varios meses. Y la donación del manto a la Dolorosa fue ofrecida el año pasado por la señora Torres, entonces esposa del presidente Colom, con motivo del Viernes Santo. Dadas las circunstancias políticas actuales, esos dos actos entran en la categoría de las acciones inconvenientes en primer lugar a quienes las aceptaron o las promovieron, pero también como una maniobra política en realidad incalificable.

LA CONDECORACIÓN le otorgará al gobierno críticas tanto dentro de los cucuruchos de la Parroquia Vieja, divididos entre quienes comprenden la doble intención, como quienes no lo hacen, por total inocencia, de seguro. Las demás hermandades religiosas pueden molestarse por no haber sido tomadas en cuenta. Los grupos de guatemaltecos no-católicos pueden criticar la condecoración como una manera de parcializar las acciones gubernativas en el complicado tema de la religión. Los partidos políticos opositores tienen una buena fuente de críticas justificadas por el intento oficialista de mezclar política con religión. En suma, las dos decisiones no tienen nada de bueno. Traerán una nueva e innecesaria división para los guatemaltecos.

EL DONATIVO DEL MANTO no puede justificarse. Es imposible entender cómo dentro de la hermandad y de los párrocos no hubo alguien capaz de darse cuenta de la maniobra. Es inexplicable por qué la jerarquía católica se mantuvo en silencio o no hizo pública su posición al respecto de estos dos asuntos, como ya lo hizo al señalar su rechazo al divorcio porque destruye la base social por excelencia, es decir la familia. Otros presidentes hicieron donaciones particulares a algunas hermandades —Laugerud, por ejemplo—, pero era conocida su participación como cucurucho por muchos años. Pero esta vez, ni la señora Torres ni el presidente Colom son devotos cargadores, y ello prueba el sospechoso interés de los dos actos comentados.

LA SEMANA SANTA ya fue declarada patrimonio cultural de la Nación, y ello incluye las marchas fúnebres, la comida, las procesiones, las alfombras, etc, por lo cual, en todo caso, Colom hará algo innecesariamente reiterativo. Ya en 1954 el Señor de Esquipulas fue instrumento de propaganda política, y por eso a muchos católicos les molestará sobremanera este plan, preparado desde hace mucho tiempo. Separar la religión del Estado es fundamental, y mezclar religión y propaganda electorera es villanía. Deben renunciar los directivos de las hermandades involucradas, y los sacerdotes autorizantes deben pedir disculpas por su falta de análisis de lo evidente.

(vía prensalibre.com)

No hay comentarios: