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martes, 14 de junio de 2011

Manipulación religiosa en estrategia FSLN

* Es la “Campaña de la Multiplicación de los Panes, donde Dios obra Milagros, para que el Bien se establezca”, afirma la estrategia electoral sandinista

Carlos Salinas Maldonado

La religión será el eje de campaña electoral del Frente Sandinista. Un documento oficial que cuenta con el inconfundible estilo de la primera dama Rosario Murillo, quien maneja desde 2007 la política de comunicación partidaria-gubernamental, alienta a los simpatizantes del FSLN a hacer cumplir lo que ella ha llamado como la “Campaña del bien común”, un documento retórico basado en pasajes bíblicos y citas de las enseñanzas de Jesucristo mezcladas con un marcado accionar populista. Con ella, el FSLN pretende ganar las elecciones de noviembre y mantener en el poder a Daniel Ortega, a pesar de que constitucionalmente no puede repetir mandato.

La “Campaña del bien común” es un documento de 19 páginas en el que Murillo explota al máximo el tema religioso, lo que parece ser una estrategia para contrarrestar las críticas que la jerarquía de la Iglesia Católica ha vertido hacia el gobierno de Ortega, más recientemente por su negativa a aceptar la observación electoral en las elecciones de noviembre.

“Esta es la Campaña del Bien Común. De las Realizaciones desde el Bien Común. La Campaña de la Multiplicación de los Panes, donde Dios obra Milagros, para que el Bien se establezca”, se lee en el documento. “No haremos más discursos. Solo los necesarios. Haremos lo que hemos estado haciendo. Y más. Estaremos allí, donde se necesita el abrazo solidario y el apoyo humanista. Estaremos donde se ponga a prueba nuestra calidad humana, cristiana y revolucionaria. Estaremos “donde el Sol caliente”, sin palabras ofensivas para nadie, porque para nadie es ajena o desconocida la Obra del Señor en Nicaragua, a través de este Gobierno y de los servidores sandinistas”, ordena la estrategia.

Murillo, quien ya manejó de forma muy eficiente la campaña electoral del FSLN en las elecciones de 2006, ordena a los miembros del FSLN a explotar políticamente cualquier actividad o fiesta religiosa que se realice en los municipios del país. Allá donde haya una fiesta patronal o actividad de iglesias locales, el FSLN debe aprovechar para hablar de las “bondades” del gobierno sandinista. “Apoyar Fiestas Religiosas, Fiestas Comunitarias y otros eventos de importancia local”, ordena Murillo. “Promover Fiestas Locales en los Actos de Inauguración de Escuelas y Centros de Salud que cuenten con la presencia de Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Miguel” Obando y Bravo, agrega.

De hecho, Obando y Bravo es una pieza fundamental en la nueva estrategia electoral. El cardenal es la garantía de la conversión católica que la pareja presidencial profesa desde el 3 de septiembre de 2005, cuando él mismo casó ante el altar a Murillo y Ortega. La alianza con el cardenal pretendía vender un mensaje de cambio y reconciliación en las elecciones de 2006, además de atraer como votantes a sectores religiosos de la sociedad nicaragüense, aunque muchos de ellos miren con recelo a Obando y su relación con el que fuera su archienemigo en los ochenta, Daniel Ortega.

La nueva estrategia electoral mantiene el discurso de reconciliación, pero con otros matices. Consciente de que la violencia desatada por huestes del FSLN contra opositores y miembros de la sociedad civil ha empañado la imagen del Frente, esta vez Murillo hace un llamado a los miembros y simpatizantes del partido a mantener la cordura y evitar la confrontación. “La blanda respuesta quita la ira, dice la Biblia. “Blanda” debe entenderse aquí como Sabia. La Sabia Respuesta frente a esas otras maneras de hacer política, es mantener el Tono y el Ritmo de nuestra Misión, de nuestro trabajo. Que nada nos altere, que nada nos perturbe, que nada nos espante”, pide Murillo en su documento.

“Esta es la Campaña del Buen Corazón. Para el Buen Vivir. Para el Buen Resultado. No una Campaña de Lógica Política Tradicional, sino una Jornada de Cercanía humanista, verdadera, de Celebración y Ratificación de Logros”, continúa el documento. “Una Campaña sin ira. Una Jornada anti–Confrontación. Una Jornada de consolidación de avances y derechos, en la Conciencia de la gente. Una Jornada de Recuperación de Espacios y Valores. De Reencuentro Humano. De Comunión”.

Murillo asegura en su retórica religiosa que “Dios nos ha permitido hacer un Buen Gobierno”, por lo que exige a los simpatizantes, trabajadores del Estado y miembros del FSLN a explotar los “logros” de la Administración de Ortega. Murillo ordena “organizar y activar de acuerdo a indicaciones, las Brigadas Solidarias del 50 Aniversario”, que trabajarán todo el año electoral impulsado los programas sociales del gobierno, como si tratara de un beneficio que en exclusiva promueve el FSLN.

El documento también hace referencia a los gobiernos locales. Murillo ordena “involucrarnos directamente en todas las obras de bienestar y progreso de los gobiernos Locales. Apoyarlas, asegurarlas”, incluyendo “calles, andenes, cementerios, mercados, CDI, escuelas, instalaciones deportivas”, entre otras, que, según se desprende de la estrategia electoral, deberán ser presentadas como obras del gobierno-partido.

Designación divina

Y, claro está, en la estrategia no puede quedar fuera la figura de Ortega, el caudillo sandinista que se enfrenta a su sexta elección presidencial desde 1984. Para Murillo, esta vez Ortega no es el político arrepentido cuya conversión religiosa le exige pedir con humildad una oportunidad para gobernar en paz y reconciliación. Ahora Ortega vuelve a ser el comandante, el hombre bendecido por Dios que en su madurez está preparado para seguir gobernando el país.

“No es casual que esta etapa de nuestra revolución nos encuentre con el liderazgo fortalecido y crecido del comandante Daniel Ortega. El Señor, nuestro Dios, tiene sus Misterios y sus Tiempos. Esta época de madurez de la revolución, con la madurez, experiencia, habilidad política, sensibilidad y compromiso social probado, de nuestro comandante, nos permite plantearnos una Campaña y un Nuevo Gobierno, fé mediante (acentuado en el texto original), en consecuencia y en continuidad con nuestras fortalezas”, escribe Murillo.

Si bien el documento no establece los fondos con los que el FSLN pretende hacer cumplir su campaña, queda claro que los bienes y recursos públicos estarán abocados para tal fin, incluyendo las alcaldías dominadas por el FSLN. El cumplimiento de la estrategia estará marcado por la “presencia activa y solidaria de todos los militantes sandinistas”, que en el accionar del gobierno incluye a trabajadores públicos, los que son obligados a participar en horas laborales en actividades partidarias del FSLN.

“Nicaragua, Dios lo quiera, seguirá cambiando, con el Frente, con Daniel, con el Pueblo contento. Vamos hacia días de Luz, que alcanzaremos con la conciencia crecida”, afirma Murillo en su estrategia electoral. Según el documento, la campaña oficial del FSLN arrancará en agosto, pero las actividades electorales oficiales iniciarán el próximo 24 de junio, el día del Repliegue, cuando el FSLN estrenará eslogan: “Somos amor, paz y vida”, se leerá ese día en las pancartas oficiales-partidarias.

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