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jueves, 27 de octubre de 2011

El reto de Romney con los nuevos mormones hispanos

BBC Mundo

Los hispanos crecen dentro de la comunidad mormona de Estados Unidos, pero no necesariamente apoyan al primer candidato de esa religión

El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney

El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney | EFE/SHAWN THEW

La posición de Mitt Romney como el actual favorito para ser elegido candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2012 ha situado en un primer plano a su relativamente poco conocida religión mormona.
A pesar del creciente interés, suele pasar inadvertido el cambio de cara que ha experimentado en las últimas décadas esta comunidad, con un creciente número de inmigrantes hispanos.
Según algunas estimaciones, en 2025 los hispanos serán mayoría dentro de este credo en EE UU, que se ha expandido a partir del núcleo originario de seguidores anglosajones en el estado de Utah.
Entre 2001 y 2011, la cifra de congregaciones mormonas de habla hispana en EE UU casi se duplicó, al pasar de 403 a 734, según la Iglesia de Jesucristo de Todos los Santos, nombre oficial de esta religión que tiene 5,5 millones de fieles en el país.
En un momento en que EE UU debate si la religión de los candidatos a presidente será determinante en la decisión de los votantes, surge la pregunta de si la comunidad mormona votaría en masa por Mitt Romney.
Es cierto que la iglesia mormona no pide activamente el voto para ningún partido, pero los candidatos republicanos suelen tener garantizada la victoria en Utah donde la población mormona es mayoría.
Sin embargo, en el caso de que Romney fuera candidato, no podría dar por descontado el apoyo de los conversos hispanos, según algunos analistas.
"Romney es poco popular entre los hispanos mormones por su discurso antiinmigrante", afirma Ignacio García, profesor de Historia de los Latinos en la Universidad mormona Brigham Young.
En su opinión, los hispanos mormones tenderían a alinearse con el voto de la mayoría de los hispanos, que se inclina claramente hacia el Partido Demócrata.
Durante la campaña, Romney ha competido con el resto de precandidatos republicanos por mostrar dureza frente a los inmigrantes sin papeles y ha prometido construir una muralla en la frontera.
Su postura ha sido más severa que la del otro precandidato mormón republicano, Jon Huntsman, considerado el más pro-inmigrante de todos los aspirantes de ese partido, y que ha apoyado el DREAM act, una reforma que favorecería a los indocumentados que vayan a la universidad o al ejército.
Richard Bushman, un mormón que es profesor emérito en la Universidad de Columbia, también cree que el discurso de inmigración de Romney le resta simpatías entre los mormones hispanos.
"No obstante hay que considerar al mismo tiempo que muchos hispanos, mormones o no, aprecian sus valores conservadores", agrega Bushman.

Líderes

La expansión mormona entre los hispanos de EE UU ha sido acompañada del crecimiento de esta fe en Latinoamérica, en especial en México y Brasil.
Según algunas estimaciones, los latinos son ya más de la mitad de los 14 millones de mormones que la Iglesia de Utah afirma que hay en todo el mundo.
¿Pero cuál es el motivo del éxito de este credo entre los latinos?
Jorge Iber, autor del libro Hispanos en el Sión Mormón, explica que los hispanos recién llegados a EE UU encuentran en las congregaciones mormonas una oportunidad de rápida integración social.
"A alguien que desempeña trabajos manuales y que tiene pocos recursos económicos, esta iglesia le ofrece posibilidades de participación y de ascenso a cargos de liderazgo a los que difícilmente podría aspirar en otros ámbitos", detalla Iber.
Poco después de su conversión, muchos mormones dirigen actividades en sus congregaciones, como clases de religión o grupos de boys-scouts.
Carlos Hernández, un converso de origen salvadoreño de 44 años que vive en un barrio residencial a las afueras de Washington, asegura que la iglesia le ofreció la oportunidad de progresar.
Hernández, que era católico no practicante y se convirtió a los 18 años, poco después de llegar a EE UU, es agente de seguros y ocupa en su congregación el cargo de primer consejero del Obispado, justo por debajo del obispo.
"La iglesia nos ayuda a crecer", afirma Hernández. "Nos enseña a ser líderes en la iglesia y en la comunidad".
Cuestionado sobre su preferencia de voto, dice que la política no le agrada.
Para luego añadir: "Voy a votar por la persona que me parezca más adecuada para sacar al país de la situación en la que estamos".
Al menos en el caso de Hernández y muchos otros hispanos mormones su afiliación religiosa no estará por encima de sus ideas políticas en las elecciones de 2012.

(vía el-nacional.com)

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