PEKIN (Reuters) - La región de Xinjiang, en el extremo oeste de China, lanzó una campaña para combatir el creciente extremismo religioso, dijo el miércoles la prensa estatal, luego de varios ataques violentos adjudicados a fundamentalistas islámicos separatistas.
Xinjiang tiene una población mayoritaria uigur musulmana, que en gran parte rechaza los controles del Gobierno chino sobre su cultura y religión.
Las autoridades provinciales pretenden, a través de "clases públicas" en todo Xinjiang, "convocar un apoyo masivo a las políticas religiosas del Gobierno y desalentar las actividades religiosas ilegales", reportó la agencia de noticias estatal Xinhua.
"Los funcionarios van a hablar sobre las políticas religiosas del Gobierno y el peligro de las actividades religiosas clandestinas, mientras que profesores de círculos religiosos defenderán los códigos correctos de vestimenta, el patriotismo y los esfuerzos por promover la paz y disuadir la violencia", agregó.
En enero, las autoridades dijeron que siete personas muertas en manos de la policía en Xinjiang habían intentado irse del país para librar una "guerra santa".
En septiembre, tribunales de Xinjiang condenaron a cuatro personas a muerte por los incidentes violentos ocurridos el verano pasado, en los que murieron 32 personas.
El Gobierno responsabilizó a extremistas religiosos, que buscan establecer un Estado independiente llamado Turkestán del Este, por los disturbios en Kashgar y Hotan, ambas en la parte sur de Xinjiang, de mayoría uigur.
(Reporte de Ben Blanchard, editado en español por Juana Casas)
(vía lta.reuters.com)
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