Dublín, 4 may.- La Iglesia católica irlandesa aseguró hoy que su primado, el cardenal Seán Brady, implicado en un escándalo de supuesta ocultación de abusos sexuales a menores, nunca ha solicitado al Vaticano que acepte su dimisión.
La Oficina de Comunicaciones Católica (CCO, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado para desmentir unas informaciones hoy del rotativo "Irish Independent" que indican que el Vaticano rechazó una solicitud presentada por el líder religioso en mayo de 2010 para abandonar su cargo.
El periódico, explicó la CCO, ha malinterpretado un anuncio efectuado por el cardenal Brady el 17 de mayo de 2010, en el que pedía al papa Benedicto XVI "ayuda adicional para desarrollar mi trabajo, a nivel episcopal".
En marzo de ese año, los medios irlandeses revelaron por primera vez que, cuando era sacerdote en 1975, Brady estuvo presente en dos reuniones en las que se pidió a dos niños víctimas de los abusos del cura Brendan Smyth que hicieran un voto de silencio.
El primado no alertó entonces ni a los padres y ni a las autoridades civiles sobre los abusos porque, según explicó él mismo, participó en aquella investigación en calidad de mero administrativo, solo para tomar notas e informar a sus superiores.
Tras un periodo de "reflexión", Brady anunció dos meses después que no iba a dimitir, aunque confesó que había pedido al Vaticano el nombramiento de un obispo que le ayudara "a desarrollar el vital trabajo de curación, arrepentimiento y renovación, incluido el contacto con los supervivientes de abusos".
Según la CCO, esa "petición episcopal" se "suspendió temporalmente" mientras un grupo de inspectores del Vaticano investigaba en Irlanda la actuación de la Iglesia en casos de abusos sexuales contra menores.
La llamada "visita apostólica" -como se conoce en el Vaticano a las inspecciones- fue ordenada en 2010 por el papa Benedicto XVI en cuatro archidiócesis metropolitanas irlandesas -Armagh, Dublín, Casher-Emly y Tuam- y en varios seminarios e institutos religiosos.
"No hubo solicitud alguna de dimisión", recalcó hoy la Oficina de Comunicaciones Católica, que añadió que la "solicitud episcopal de ayuda" ha sido "reactivada".
La presión para que Brady abandone inmediatamente su cargo ha crecido esta semana después de que la cadena británica BBC le identificase como uno de los máximos responsables de aquella investigación desarrollada en 1975.
El documental de la BBC ha vuelto a poner en tela de juicio el papel puramente administrativo de Brady, al tiempo que ha arrojado nueva información al revelar que el primado sabía por los testimonios de una de las víctimas los nombres y direcciones de otras cinco supuestas víctimas de Smyth y no hizo nada al respecto.
Las peticiones para que dimita han llegado desde las más altas instancias políticas del norte y del sur de la isla de Irlanda, aunque, de momento, el religioso insiste en que seguirá en su puesto.
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