El grupo, pionero del punk melódico californiano, edita nuevo disco, 'True north'
LOS vizcainos Enkore nos reconocían con motivo de su debut que su pasión musical era fruto de haber crecido escuchando a bandas como Bad Religion. Y no son los únicos, ya que miles de artistas y bandas de todo el mundo han seguido las enseñanzas de estos pioneros del punk melódico del surf de California en las dos últimas décadas. Green Day o Pennywise, sin ir más lejos. El sexteto, veterano pero con el colmillo afilado y tan veloz como siempre, acaba de publicar el disco True north (Epitah.Pias), cuyo single se titula Fuck you (jódete). "Todos sufrimos pero el punk rock nos da esperanza en estos duros tiempos", aseguran.
La filosofía de Bad Religion, la del disenso humanista ante un mundo opresivo y cada vez menos igualitario, parece más relevante que nunca en este 2013 que asiste al nuevo lanzamiento de un grupo que lleva más de tres décadas en la carretera - su última visita vasca tuvo lugar en el Azkena Rock Festival de 2010- que ha servido de brújula ética y musical a multitud de artistas y que ha lanzado ya una serie de discos clásicos, como Recipe for hate, Suffer -considerado por muchos fans como su biblia- o su exitoso Stranger than fiction, y canciones de títulos explícitos como Punk rock song, Hate, Shades of truth, Materialist o It's a long way to the promised land.
Su disco nuevo, True north, revisita y define su estilo musical, un poderoso y melódico hardcore que ellos contribuyeron a lanzar al mundo a partir de la década de los 90. "Hemos regresado a nuestra misión y declaración original de hacer canciones concisas y explosivas combinando melodía y pensamiento", asegura el guitarrista Brett Gurewitz. "La intención era grabar un disco de punk rock desnudo pero sin sacrificar nuestra densidad conceptual", apostilla Gurewitz, capo del sello Epitaph, con el que la banda se dio a conocer y al que regresó tras su paso por una multinacional. El mismo llegó a abandonar Bad Religion para regresar a su seno en 2001.
esperanza True north es un puñetazo punk a los bajos del sistema con 16 temas que plantean estribillos repletos de esperanza ante tanto dolor y adversidad. Un dardo, sí, pero accesible musicalmente porque aunque la banda apueste por la velocidad, la base rítmica desbocada y las guitarras poderosas, los estribillos y los coros marca de la casa dulcifican pelotazos como Past is dead, los punkarras Vanity y Popular consensus, y el single, Fuck you. "Si una banda debe tener una canción con ese título esa es la nuestra. Suena perfecto para uno de nuestros temas", explica Greeg Graffin, cantante del grupo, que apuesta por apartar "el aspecto mental" y centrarse en "transmitir sentimientos", ya que, en su opinión, "todos sufrimos y sentimos dolor pero el punk rock nos da esperanza en estos duros tiempos".
True north se abre con la canción homónima, escrita desde la perspectiva de alguien que está huyendo y no encuentra el norte. "Va de reconocer que tú no encajas y de encontrar una verdad y un propósito en tu vida. Son temas clásicos del punk", aclara Graffin sobre el trasfondo de un disco sobre la alienación y la pérdida. "No veo racionalidad en el mundo", canta en True north; alude a "los tiempos de crisis" actuales; critica que "todo está en venta" en Land of endless greed; y hace rimar humanidad, vanidad y tragedia en Vanity.
En Bad Religion, también hay espacio para la esperanza y la acción. "Todo el mundo sabe que lo correcto es lo que tenemos en el corazón", se oye en In their hearts is right y en la gran Robin Hood in reverse, Graffin pide "unión ciudadanos, cuando los chicos están unidos no pueden dividirlos". "Creo que hemos respondido a la intención de escribir canciones cortas y rápidas en este disco", incide Gurewitz. "Las restricciones nos hacen libres. Al igual que movimientos en una partida de ajedrez, en realidad hay tantas variaciones como estrellas en la galaxia", concluye el guitarrista del grupo.
(vía deia.com)
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