En apenas dos meses el Telediario ha recomendado a los parados que recen y a los padres que vigilen la indumentaria de sus hijas adolescentes. Lo del rezo lo dijeron sin demasiada convicción, la verdad. Rezar, según informó la reportera, ayudaba a sobrellevar la angustia de andar sin curro. O sea, que no se trata tanto de ganarse el cielo como de minimizar el consumo de Prozac. No sé yo si a Rouco le hará mucha gracia esta visión placebo de la fe.
Lo de las adolescentes ligeras de ropa sí que se vendió con más preocupación. “Ellas no se darán cuenta de que van provocando, pero los que las ven sí”. La frase es digna de un pedófilo, pero quien la decía era una mujer (madre de una adolescente, supongo).
Cuesta imaginar cómo esta noticia consiguió hacerse hueco en la escaleta del Telediario mientras el país se desmorona económica y culturalmente. La única explicación plausible es que, en algún despacho de TVE de esos que tienen mesas de madera noble y neverita, habite un padre preocupado con la pintas que se dispara su niña los sábados por la noche. Un tipo atribulado que, mientras ahorra para el aborto de su princesa en Francia, haya decidido hacer un poco de campaña antitanga desde la tele pública que, Dios y Rajoy mediante, ahora mangonea.
—Que dice el jefe que hagamos un repor sobre las niñas que visten como putas.
—¿Posicionamiento?
—En contra.
—Ok, manda un cámara a hacer recursos a un Stradivarius.
La preocupación que el Telediario muestra por nuestra alma y nuestra moral es entrañable, y ciertamente no se veía tal esmero en corregir nuestras depravadas conductas a través de la tele desde los tiempos del NO-DO. Quizá todo esto tenga alguna relación con aquella tesis de fin de curso que escribiera Julio Somoano, actual director de informativos de TVE, para un máster que cursó en la Autónoma de Barcelona. “Estrategia de comunicación para el triunfo del Partido Popular en las próximas elecciones generales” se titulaba. Ambigüedad, la justa.
Lo que sostenía Somoano en su texto es que el PP debía renovar su política de comunicación desde la misma base. Tenía que cuidar los mensajes, ganar presencia mediática y, sobre todo, impedir que los masones de Zapatero les dibujaran como una panda de casposos de extrema derecha antimaricas y antiEspañaCrisol.
En el terreno televisivo, este gran profesional independiente recomendaba filtrar la ideología conservadora en las teleseries y también en los “espacios de no ficción”. Desde que Somoano redactara su práctico manual de propaganda muchas cosas han cambiado en España, y hoy por hoy ya ni siquiera está claro si el Telediario es una teleserie o un espacio de no ficción. Lo que parece incuestionable es que, vete tú a saber cómo, algo de ideología conservadora sí que se ha filtrado en el Telediario.
Por alguna extraña razón, sin embargo, la audiencia no está respondiendo como debería a estos mensajes tan sanos y castos y cristianos y españoles. La gente sigue sin rezar por la calle, a algunas adolescentes se les sigue viendo el tanga cuando están sentadas y, por si fuera poco, el Telediario ha perdido la audiencia y el prestigio del que disfrutaba cuando lo manipulaba el PSOE.
Muchos profesionales independientes de la era Zapatero han acabado en Prisa o en La Sexta, igual que los profesionales que ahora nos recomiendan recato y oración desde La Primera acabarán en El Mundo o en 13 Tv. Es la magia de la democracia española. Que, cada cuatro años, el país entero elige qué objetividad prefiere.
(Vía jotdown.es)
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