El documento, anticipado con una declaración grabada en vídeo y publicada en YouTube, pretende “legitimar” los secuestros de mujeres “infieles” con el fin de convertirlas en esclavas sexuales. Menciona también los términos de “matrimonio temporal” y “matrimonio para un coito”. En Siria, azotada por la guerra civil y religiosa, esas prácticas ya han sido muy difundidas, admite el propio jeque.
Al Ajlawni no es el primer clérigo musulmán en justificar este tipo de actuaciones. Su aportación es definirla como un “derecho”. Según su pronunciamiento legal, los musulmanes que combaten para derrocar al presidente Bashar al-Assad y su Gobierno, obtienen el “derecho a capturar y tener sexo”.
Entre las potenciales víctimas de este tipo de actividad la fatua indica en particular a las jóvenes descendientes de las familias alauitas y drusas: dos minorías religiosas que se asocian con el Islam, pero no se perciben como fieles por los movimientos más radicales. Su ‘culpa’ consiste en apoyar mayoritariamente al gobierno.
Otras mujeres no musulmanas también pueden ser sometidas a violaciones “legítimas”. Eso ante todo extiende el riesgo a las familias cristianas y judías que también habitan distintas regiones sirias.
El autor de la fatua, que reside en Jordania, pero vivió 17 años en Siria, no olvida el “interés” de las propias jóvenes y adolescentes del triste destino. A las que cumplan con su misión de “mujeres temporales” se les promete el “paraíso” por su aportación en la yihad que se lleva a cabo en el campo de batalla.
(vía alertadigital.com)
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