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miércoles, 25 de diciembre de 2013

El origen de la Navidad, ¿nació Jesús un 25 de diciembre?

Pedro García Luaces

Desde el punto de vista de la ortodoxia católica no hay ningún dogma sobre la fecha o la época del año en la que nació Jesús.
Las dos hipótesis más barajadas tienen que ver con la cristianización de una fiesta pagana vinculada al solsticio de invierno o el cálculo de la fecha a partir de su concepción, según cuenta Ratzinger en ‘El espíritu de la liturgia’

Imagen de un portal de Belén en La Laguna (Tenerife).
Durante siglos, los primeros exégetas de la Biblia trataron de establecer con la mayor exactitud posible la fecha del nacimiento de Jesús, aunque lo cierto es que la principal fuente con la que contaban, los Evangelios, ofrecía pocas pistas sobre este dato. Además, en aquella época no era costumbre celebrar los cumpleaños de modo que los primeros cristianos no celebraban el nacimiento de Cristo sino la Pascua de Resurrección, lo que no ayudó a ofrecer alguna pista sobre la fecha en cuestión. Puestos a poner más dificultades, el Evangelio de San Lucas dice que un grupo de pastores durmieron al raso, lo que parece difícil en pleno invierno e inclina a pensar que la fecha del nacimiento del Señor fuese más cercana a la primavera.

El primer estudioso que sitúa el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre es Sexto Julio Africano en el año 221 d.C., aunque no será hasta el siglo IV cuando se tenga constancia de la celebración litúrgica de la Navidad por parte de las comunidades cristianas. “La explicación más normal es que se escogiera esta fecha para cristianizar una fiesta pagana”, explica el experto en Sagradas Escrituras y profesor de Teología de la Facultad de Navarra Francisco Varo.

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En efecto, en las fechas próximas a la Navidad los pueblos prerromanos celebraban el solsticio de invierno, considerado como el nacimiento del sol por ser a partir de entonces los días progresivamente más largos. Además, los romanos celebraban desde el año 274 la fiesta del Nacimiento del Sol Invicto, que hacían coincidir con el solsticio de invierno. “Expresiones bíblicas como sol de justicia o la luz del mundo permiten a los cristianos encontrar también a Jesús en aquella celebración pagana que poco a poco se va cristianizando”, asegura el teólogo Francisco Varo.

Otra explicación alternativa dice que la fecha del 25 de diciembre se obtiene al contar nueve meses desde la Anunciación, que se celebra el 25 de marzo. Aquí surgiría la duda de saber si la fecha de la Anunciación se fija a partir de la Navidad o viceversa, pero existe una explicación que identifica el día de la Anunciación a partir del mito platónico del hombre esférico. “Como Jesús es perfecto y la fecha de su muerte se creía que había sido el 25 de marzo, supusieron que había sido concebido el 25 de marzo, fecha que de alguna manera cerraba ese círculo perfecto, de ahí que fijasen su nacimiento nueve meses después, el 25 de diciembre”, explica Francisco Varo.

La iglesia ortodoxa rusa, basándose en algunos cálculos que sitúan la muerte de Cristo el 6 de abril y empleando el mismo razonamiento platónico del hombre esférico, celebra la Natividad el 6 de enero, día en el que la iglesia occidental celebra la epifanía.

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Sean ciertas unas explicaciones u otras, lo cierto es que las comunidades cristianas empiezan a celebrar la Navidad el año 354 según el calendario litúrgico filocaliano, aunque se sabe que la celebración popular pudo ser muy anterior. De ahí que hayan surgido algunas teorías que aseguran que el emperador Aurelio instauró la fiesta del Nacimiento del Sol Invicto para unificar todas las celebraciones paganas y evitar que la Navidad cristiana, que ya por entonces tenía cierto auge, terminase por apropiarse de las celebraciones del solsticio de invierno. Esta teoría, sin ser la más consensuada, cuenta con credibilidad dada la existencia de textos que fijan la fecha actual de la Navidad en el año 221 – Sexto Julio Africano – y la conocida animadversión del emperador Aureliano hacia los cristianos.

Esta teoría sería incompatible con el posible origen pagano de la Navidad, una hipótesis que sin embargo es perfectamente aceptada por la ortodoxia católica, que no ha establecido ningún dogma sobre el origen de su fiesta más popular.

Lo que sí se puede asegurar con absoluta seguridad fue la rápida expansión de la celebración litúrgica de la Navidad entre las distintas comunidades cristianas a partir del siglo IV. “En el norte de África tenemos constancia de su celebración a partir del año 360, en Constantinopla en 380, en España poco después, en el año 384 y en Antioquía en el 386. La expansión se produce en la segunda mitad del siglo IV y en el siglo V se trata de una fiesta prácticamente universal”, concluye el teólogo.

(vía noticias.lainformacion.com)

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