Solo un tercio de la
población católica de Bizkaia asegura que va una vez a la semana a misa,
excluyendo celebraciones como bautizos o bodas, frente a un 26 % que contesta
que nunca va a misa.
BILBAO. Los resultados
del estudio los han presentado el vicario general, Angel Mario Uzueta, y el
responsable de la empresa que lo ha elaborado, Javier Diez Llamas, en la sede
de la de la Diócesis de Bilbao en el Casco Viejo de la villa.
La encuesta se hizo entre los días 19 y 30 del
pasado mes de julio a 1.090 personas mayores de 18 años residentes en Bizkaia.
Según este estudio, más
de la mitad de los vizcaínos se consideran católicos (54 %), mientras que un 30
% se declara ateo, agnóstico o no creyente y solo el 2 % dice profesar otra
religión.
Del total de católicos,
solo el 11 % son jóvenes de 18 a 25 años, y de ese porcentaje, un 3 % afirma
ser practicante, frente al 8 % que se considera poco practicante.
Los datos son similares
en los vizcaínos de entre 26 y 34 años -el 3% se confiesan católicos
practicantes y el 7 % no practicantes- y de entre 34 y 44 años -5 y 11 %
respectivamente- .
Uzueta ha explicado que
la encuesta refleja que "a mayor edad, hay una mayor proporción de
católicos y de católicos practicantes" y en el estudio se puede observar
como aumenta la proporción de creyentes a partir de los 45 años, llegando al 43
% de católicos practicantes los mayores de 64 años.
Uno de los datos más
destacables de los jóvenes declarados católicos es que solo un 8 % afirma ir
semanalmente a la iglesia y sin embargo, casi la mitad (43 %) reconoce que
reza.
De hecho, solo un tercio
de la población católica de Bizkaia asegura que va una vez a la semana a misa,
excluyendo celebraciones como bautizos o bodas, frente a un 26 % que contesta
que nunca va a misa.
Cuando se preguntan por
las razones de por qué no son practicantes, la mayoría de los vizcaínos lo
achaca a las discrepancias con algunos mensajes de la Iglesia (28 %) y a
la falta de tiempo (13%).
Respecto a la valoración
de la Iglesia, son mayoría los que tienen una opinión negativa, si bien son
menos (48 %) los que tienen esta percepción de la de Bizkaia en comparación con
los que son críticos con la institución en España (57 %), lo que Uzueta ha
achacado a un motivo "de cercanía".
Los vizcaínos católicos
citan como aspectos negativos de la Iglesia los mensajes que promueve, pero
destacan como positivo la labor que hace.
Es decir, según Uzueta,
los vascos católicos "valoran más la labor social de la Iglesia" que
su mensaje.
Además, según la
encuesta, inciden en que la Iglesia vizcaina debería caracterizarse por su
cercanía y por su compromiso con los colectivos con mayores dificultades.
La encuesta dedica un
apartado a los voluntarios de la Iglesia católica en Bizkaia, de los que tres
de cada cuatro son mujeres.
Por edades, el 39 por
ciento son de más de 64 años, seguidos del grupo de entre 55 y 64 años -22 %-,
mientras que en el colectivo de entre 18 y 25 años, solo el 2 % son
voluntarios.
El vicario general ha
afirmado que "la mayor discrepancia" entre católicos de la población
general y voluntarios se da en "la transparencia", ya que casi la
mitad de los voluntarios cree que la Iglesia cumple con dicho aspecto, mientras
que el resto de la población, un 45 %, cree que no.
Uzueta ha comentado que
esta encuesta se ha desarrollado dentro de un plan de comunicación que quiere
aprobar la diócesis y "el primer paso era ver la percepción que se tenía
de la Iglesia católica".
Ha explicado que los
"siguientes pasos" son mantener los puntos "fuertes, potentes y
eficaces" que se destacan de la Iglesia e "incidir más en la
presencia en el mundo joven, los niveles de austeridad y mayor cercanía al
evangelio".
"Estamos en un
momento de evaluación del plan diocesano de evangelización y esto unido a los
recados que envía el papa Francisco en su exhortación pastoral de la pasada
semana, creo que es un momento privilegiado y oportuno para orientar lo que va
hacer la diócesis en los próximos años", ha añadido Uzueta.
El investigador Díez
Llamas ha destacado que el estudio define a una "sociedad que recoge
crisis de valores, extremadamente individualista, que contrasta con los valores
comunitarios de la Iglesia".
Además, ha añadido que la sociedad observa "una falta de
valores" y sin embargo, al preguntar "quién debe hacer o promover
esos valores, existe un vacío en sus respuestas".
(vía deia.com)
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