El joven, de origen dominicano y seguidor del Islam, se declaró ayer culpable de terrorismo en una corte de Manhattan para salvarse de la cadena perpetua
Foto: Jefferson Siegel/Pool
José Pimentel fue arrestado el 19 noviembre 2011 cuando construía varias bombas en el apartamento de un informante policial.
Cándida Portugués/EDLP
MANHATTAN — La poco conocida pero pujante comunidad musulmana hispana de la Ciudad de Nueva York tuvo un día de sobresalto ayer cuando el dominicano José Pimentel se declaró culpable de terrorismo, en un arreglo judicial que le podría llevar hasta 16 años en la cárcel, pero le libra de la cadena perpetua.
Con las manos encadenadas a la cintura y en voz clara y firme, Pimentel (29) admitió bajo juramento ante el juez Thomas Farber un crimen de intento de posesión criminal de un arma en primer grado en un caso de terrorismo, cuando se cumplían 27 meses de su arresto.
Su juicio estaba previsto para el día 24, pero la fiscal Deborah Hickey y las abogadas defensoras Lori Cohen y Susan Walsh llegaron a un acuerdo por el que se reducía el cargo de "posesión criminal" a "intento de posesión criminal". Su sentencia fue fijada para el 25 de mayo.
Pimentel fue arrestado, el 19 noviembre 2011, cuando construía varias bombas en el apartamento de un informante policial. Las instrucciones para fabricarlas las había obtenido en la revista "Inspire" de Al Qaeda. Su objetivo era ensayarlas contra la Policía y oficinas de correos para, posteriormente, atacar a soldados que regresaran de Irak y Afganistán.
"Esto es realmente lo que quiero hacer porque es barato y puedo causar mucho daño. Es algo por lo que merece la pena ir a la cárcel", dijo Pimentel en una de las grabaciones que se le hicieron cuando estaban vigilándole el 7 septiembre 2011.
Sus abogadas, que en un principio pensaban basar la defensa en denunciar un caso de entrampamiento por parte de la Policía, a la salida de la corte explicaron la decisión de su cliente: "No estaba dispuesto a apostar". De haber ido a juicio se arriesgaba a ser condenado a cadena perpetua, mientras que el acuerdo le asegura que no cumplirá más de 16 años en la cárcel y cinco de libertad vigilada.
El fiscal de Manhattan Cyrus Vance, se mostró satisfecho con el acuerdo "porque asegura una sentencia superior a la mínima a la que podría haber sido condenado de ser declarado culpable en juicio", afirmó en rueda de prensa con el Comisionado de Policía William Bratton.
Ambos resaltaron este caso como ejemplo de prevención de terrorismo local. "Prevenir un ataque es mejor que perseguirlo después de que hacen el crimen", dijo Vance.
Bratton resaltó la importancia de enfocarse no sólo en el terrorismo internacional sino en el local en una ciudad que sigue siendo objetivo de ataques. "Pimentel era un lobo solitario, estaba fuera del radar antiterrorista, pero estaba inspirado por Al Qaeda a través de sus páginas de Internet", resaltó.
El caso de Pimentel, residente de Washington Heights que acudía a la mezquita de la calle 96, llamó la atención sobre el creciente número de hispanos convertidos al Islam. Algunos llegan a radicalizarse y hasta colaborar con grupos terroristas islamistas, como es el caso de José Padilla, arrestado en 2000.
Quiénes son los musulmanes hispanos en NY
Según la puertorriqueña de El Bronx, Aisha Ahmed Hernández, fundadora de la Asociación de Mujeres Musulmanas Latinoamericanas, es difícil contabilizar cuántos musulmanes hispanos hay en Nueva York.
"Tengo muchas amistades hispanas neoyorquinas convertidas al Islam, como yo, pero son ante todo gente humilde y reservada que no comunica abiertamente la religión que profesa", dijo Ahmed Hernández. "Es parte del carácter musulmán".
Estudios calculan que la cifra aproximada de hispanos convertidos al Islam en los Estados Unidos es de 200,000.
El joven activista musulmán Hamza Girón (24), de ascendencia salvadoreña, lamentó que la fe islámica se use como estandarte en actos de terrorismo.
"Mi religión alienta la hermandad entre los hombres. Es terrible que personas con extravío mental tomen el Islam para justificar actos abominables", destacó el organizador comunitario. "El caso de Pimentel es un hecho aislado que refuerza prejuicios respecto a los musulmanes, prejuicios que deben derribarse".
Girón participó activamente en la campaña en contra del programa de vigilancia de la Policía de Nueva York (NYPD) a la comunidad musulmana.
—Zaira Cortes, Juan Matossian y Carles Rodríguez contribuyeron a este artículo
(vía eldiariony.com)
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