El partido socialista de Uruguay busca la despenalización del aborto y asegura que “no se debe confundir pecado con delito”. Quiere limitar la valoración moral del aborto a la cuestión religiosa. Solo hay un problema. El presidente uruguayo que, hace años, vetó la ley del aborto… es ateo.
“Quienes en el marco de una sociedad laica y democrática profesan una religión, no deben confundir pecado con delito", dice la senadora socialista Mónica Xavier.
Lo dijo al defender el proyecto de ley de despenalización del aborto, que en los próximos días será presentado por el Frente Amplio, coalición de izquierda ante el parlamento uruguayo. El proyecto busca que ésta práctica deje de ser un delito en tres causas: razones económicas, de violación o falta de edad para enfrentar la maternidad. El tema ha levantado ampollas estos días en la opinión pública uruguaya, sin embargo, ¿se trata sólo de una cuestión religiosa?
Parece que no, teniendo en cuenta que en noviembre de 2008 -días después de que el Parlamento aprobara un proyecto de ley de “Salud sexual y reproductiva” que contemplaba la ‘interrupción del embarazo’ durante las doce primeras semanas como un derecho de la mujer- el entonces presidente Tabaré Vázquez, oncólogo y radioterapeuta, ateo y comunista, vetó el aborto:
“Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo en los países en los que se ha liberalizado el aborto éstos han aumentado. En Estados Unidos en los diez primeros años se triplicó y la cifra se mantiene. La costumbre se instaló”, dijo Vázquez.
El entonces mandatario aseguró que el verdadero grado de civilización de una cultura “mide cómo se protege a los más necesitados. Por eso se debe proteger más a los más débiles”.
Ateo, comunista y provida. Seguimos desmontando tópicos.
(vía intereconomia.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario