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sábado, 3 de septiembre de 2011

Musulmana dominico boricua recluta mujeres para el Islam

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ La musulmana dominico boricua Julissa Friki recluta mujeres para el Islam tras convertirse del cristianismo a esa religión.

NUEVA YORK._ Julissa Fikri, hija de padre dominicano y madre boricua, convertida a musulmana, está dedicada a reclutar mujeres para el Islam. Friki quien creció en el Este de Harlem dice que nunca pensó escuchar palabras de odio en su vecindario por su conversión.

“Tan pronto comencé a usar el velo, muchos no me quitan las miradas de encima”, añade la dominico boricua de 27 años de edad y criada en el cristianismo en el complejo de viviendas Thomas Jefferson en Harlem.

Hace siete años que dio el paso de una religión a otra y sostiene que siente que su propio pueblo latino, cree que ella lo traicionó. Tras ser bautizada en una mezquita, adoptó el nombre musulmán de “Siad”.

Explica que haberse convertido al Islam, no tiene nada de malo, se siente cómoda y no está oprimida. “Sólo quiero que la gente sepa que soy la misma persona de siempre”, agrega Friki.

Informó que lleva a cabo la misión de educar a todos los que están en su alrededor para que conozcan las enseñanzas del Islam, especialmente a las mujeres, incluyendo a su madre. Dice que muchas de esas mujeres están compartiendo su historia en youtube.

“Es algo muy ajeno a la comunidad hispana, porque se asocia el Islam con la cultura árabe y sobre eso, quiero educar a la gente, sobre todo en nuestra comunidad latina, donde hay dos cosas diferentes: la cultura y la religión”, agrega.

Ella comenzó a explorar el Islam en el 2004 después de una crisis personal que la hizo comenzar a buscar otras orientaciones en la religión y se inició leyendo el Corán en español. Luego conoció a un egipcio musulmán con el que se casó en el 2010, pero no fue hasta febrero de este año (2011), cuando Friki comenzó a usar el “hijab”, que es el pañuelo tradicional que usan las mujeres musulmanas en la cabeza. Fue en ese momento cuando se dio cuenta del recelo de la comunidad latina a su conversión.

En una ocasión, relata, estaba caminando por la calle 117 Este y la avenida Pleasant para recoger a su hija en la escuela, cuando se le acercó un hombre latino y le dijo en español “¡Oh!, así que cambió su carrera, ahora usted es árabe”.

En otro incidente, estando de compras en una bodega, una señora hispana se le quedó mirando y la calificó de “terrorista”, lo que le dolió mucho. “Gentes que me conocen desde niña se rieron de mi, vivo y crecí aquí en el Este de Harlem”, expresa la musulmana dominico boricua.

Incluso su propia madre, tenía reservas acerca de la religión escogida por su hija, especialmente porque entre los dominicanos no abundan los convertidos al Islam. “Nosotros no usamos eso, eres hispana, ¿porqué te cambiaste a musulmana?”, le cuestionaba la progenitora.

“Antes de que me juzguen, recuerden que me pongo un pañuelo que no me separa de la sociedad, no soy diferente de los demás y esto es parte de mi creencia”, expresa Friki. “Soy una americana, soy un ser humano, por debajo de la bufanda soy la misma persona”.

Especialistas en el tema sostienen que el caso no ocurre sólo en la comunidad latina, sino en otras etnias que ven en el manto de las mujeres musulmanas como una traición a sus razas.

(vía primicias.com.do)

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