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miércoles, 13 de marzo de 2013

El padre Maciel y los Papas a los que manchó

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Associated Press - En esta foto del 30 de noviembre de 2004, el papa Juan Pablo II da la bendición al padre mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. El viernes 15 de febrero de 2013 se difundieron documentos de la congregación católica, en medio de una batalla legal (AP Foto/Plinio Lepri, archivo)

The Daily Beast publica hoy en su página web un amplio reportaje sobre el sacerdote mexicano quien fuera fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, y sobre su relación con diferentes Papas “a los que manchó”, luego de que salieran a la luz numerosos casos de abusos sexuales.

En el texto, firmado por Jason Berry, se habla de un Marcial Maciel que en vida expuso “las fallas terribles en el Vaticano y el papado”, así como el flujo de dinero que circulaba por la Curia romana en los últimos 50 años. Asimismo, el texto apunta que tras el ascenso y posterior caída de Maciel por los casos de abuso sexual “se manchó la campaña de canonización de Juan Pablo II” y éste se convirtió en un “atolladero” para Benedicto XVI.

Los sobornos eran “siempre en efectivo. Y en dólares”

Entre los casos de soborno, recuerda el reportaje, era habitual el pago de miles de dólares a personajes cercanos al Papa Juan Pablo II para obtener tratos preferenciales.

En 1995, de acuerdo con información privilegiada de un antiguo Legionario de Cristo, “Maciel envió un millón de dólares a monseñor Stanislaw Dziwisz (el asistente polaco de Juan Pablo II y guardián de la asistencia a las misas privadas del Santo Pontífice) antes de un viaje papal a Polonia. Posteriormente, en 1997, de acuerdo con un sacerdote que abandonó la Legión, una familia adinerada de México dio a Dziwisz 50 mil dólares para asistir a una misa papal privada. ‘Esto pasaba todo el tiempo’, señaló el ex legionario. ‘Siempre era en efectivo. Y en dólares’”.

Como el dinero fluyó a través de la Legión de Cristo, apunta el texto periodístico, “seminaristas recorrieron Roma en los días antes de Navidad, para entregar canastas con vinos y jamones españoles con un valor de mil dólares a funcionarios favorecidos”. Posteriormente, en 1994, la Legión sacó anuncios en los principales diarios mexicanos que reproducían una carta de Juan Pablo alabando a Maciel como “un guía eficaz para la juventud”.

Años después, cuando comenzaron las acusaciones en contra de Marcial Maciel por casos de abuso sexual, “Juan Pablo las ignoró y continuó con sus alabanzas” hacia el sacerdote mexicano. No sería, enfatiza el reportaje, hasta 2004, cuando Maciel tenía 84 años y Juan Pablo se estaba muriendo, cuando Ratzinger ordenó al abogado Charles Scicluna una investigación de las acusaciones en contra del fundador de Los Legionarios de Cristo.

No sería hasta 2006, cuando La Legión tenía un presupuesto de 650 millones de dólares anuales y mil millones en activos, Ratziger, ya como Benedicto XVI, desterró a Maciel a “una vida de oración y penitencia”. Sin embargo, “el comunicado del Vaticano no estipulaba lo que había hecho. Pero Maciel tenía ‘más de 20 y menos de 100 víctimas (de abusos), según un funcionario anónimo del Vaticano citado por John Allen, en el National Catholic Reporter.

“¿Por qué el Vaticano no liberó toda la información sobre Maciel en 2006, cuando Benedicto XVI lo envió a una vida de penitencia?”, cuestiona el autor del texto, para el que Ratzinger, después de convertirse en Papa, “quiso minimizar el daño causado por el fracaso de Juan Pablo II” en el caso de Marcial Maciel.

(vía mx.noticias.yahoo.com)

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